Primer Piso, un lustro de indagación escénica

‘Cuerpo vacío’ es una de las cuatro obras de la sexta muestra escénica de Primer Piso. Este espacio abre cada año una temporada de performance. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.

‘Cuerpo vacío’ es una de las cuatro obras de la sexta muestra escénica de Primer Piso. Este espacio abre cada año una temporada de performance. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.

‘Cuerpo vacío’ es una de las cuatro obras de la sexta muestra escénica de Primer Piso. Este espacio abre cada año una temporada de performance. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.

Una escultura en movimiento, un amasijo de cuerpos y de voluptuosidades. Tres bailarinas y un bailarín se entrelazan al fondo de un pasillo a media luz, en un departamento del centro de Guayaquil, alzan a una de las mujeres hasta una toma de aire en la pared, anhelantes y morosos, como si se tratara de izar una bandera. Luego, sus rostros se tensan en la tela mojada de sus camisetas antes de que los cuerpos entrelazados se vayan liberando de las prendas, dejando los torsos desnudos en el piso.

Se trata del punto culminante de la performance ‘Cuerpo vacío’, una pieza escénica de 30 minutos, que desde un concepto instalatorio se toma una alcoba y un pasillo del departamento conocido como Primer Piso, la sede artística y el lugar de residencia de los integrantes de la compañía Corporación Zona Escena. Las funciones se desarrollarán de jueves a sábado, hasta el 14 de abril del 2018.

‘Cuerpo vacío’ es una de las cuatro piezas en cartelera de la sexta muestra escénica de Primer Piso, que abre cada inicio de año una breve temporada con piezas performáticas, recurriendo como eje a la casa habitada y copada por sus elementos; esta vez, bajo el concepto y título de ‘Intruso’.

La muestra cumple cinco años –el primer año se organizaron dos temporadas–, un lustro en el que se han exhibido alrededor de 40 piezas cortas. “Primer Piso se volvió un espacio importante para nosotros; es el arranque artístico de cada año, nos permite entrar en un proceso de residencia, laboratorio, búsqueda e indagación”, indicó Jorge Parra, bailarín y coreógrafo director de Zona Escena.

La propuesta de ‘rehabitar’ el espacio empezó con piezas unipersonales, en las que cada integrante del grupo ocupaba una habitación. El año pasado, Zona Escena comenzó a generar procesos grupales (tríos, dúos y solos), lo que abrió el camino para que esta vez la compañía invitara a participar a otros artistas, que no forman parte de la compañía.

‘Intruso’ es el espectador, pero también los invitados a intervenir un espacio que había sido muy doméstico, explicó Parra. “Significaba la intromisión de otras personas en Zona Escena, que es como una familia, cuya intimidad ha sido intervenida por la presencia de otros compañeros, algunos fueron mis alumnos del ITAE, otros son compañeros de la Universidad de las Artes”.

En ‘Cuerpo vacío’ participan dos invitados, Jefferson Castro y Liz Mery Tejada, además de dos integrantes de Zona Escena, Michelle Mena y Maribella Domínguez. Jefferson y Maribella inician la pieza sentados en la cama de una alcoba, donde se atraen y repelen, se abrazan y luchan por zafarse uno de otro, practican cargadas sobre la cama, incluso en escenas que rozan el malabarismo, en una tensión entre el erotismo y la violencia.

Según Tejada, se inspiraron en una serie de lecturas relacionadas con el uso del espacio desde el punto de vista contemporáneo, pero también en observaciones personales y ejercicios de experimentación. El actor Christian Guerrero ocupó un salón donde burló por momentos la fuerza de gravedad, moviéndose por las paredes.

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