La guardería ocupa 144 metros cuadrados dedicados en exclusiva al cuidado y cría de los dragones de Komodo (Varanus komodoensis), un lagarto gigante originario de Indonesia y que se encuentra en peligro de extinción, según la lista roja de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La llegada de Sissa y Wera a Madrid forma parte del programa internacional de conservación y cría (EEP) de reptiles que se lleva a cabo en diferentes zoos europeos.
Las crías de dragón de Komodo han recibido sus nombres de dos ríos de la Isla de Flores (Indonesia), uno de los únicos lugares del planeta donde aún reside esta especie en estado salvaje.
Pese a su reducido tamaño actual, se espera que cuando lleguen a adultos puedan llegar a pesar 70 kilos y a medir 3 metros de largo.
La guardería cuenta con un dormitorio principal con una temperatura -entre 23 y 27 ºC- y un sistema de nebulización automático con lluvias de humedad que les permiten disfrutar de refrescantes baños de 3 minutos de duración hasta 10 veces al día.