Poesía de pueblos indígenas, en una antología

Raquel Antun, Segundo Wiñachi y Lucila Lema en un recital poético en la UArtes. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Raquel Antun, Segundo Wiñachi y Lucila Lema en un recital poético en la UArtes. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Raquel Antun, Segundo Wiñachi y Lucila Lema en un recital poético en la UArtes. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

La figura del quinde o colibrí, un ave sagrada para los pueblos kichwas, mensajero de unión y de amor, es una constante en los poemas de Segundo Wiñachi y Lucila Lema, ambos de Otavalo, quienes hacen parte de la antología ‘Antiguas palabras andantes: poesía de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador’.

El cóndor, el portador del fuego, ave sagrada de la cosmovisión andina, es otra de las constantes en la obra de Wiñachi, que relaciona al ave en peligro extinción con su propio idioma, “que también se está perdiendo”. Los lazos familiares, la naturaleza y la sabiduría de sus mayores son fuente de inspiración para el autor, que se considera un investigador que rescata en su poesía palabras kichwas en desuso.

Los dos escritores participaron recientemente junto a la poeta shuar Raquel Antun en la presentación de la antología en el Encuentro de Editores Independientes y Feria de Libros Libre Libro, de la Universidad de las Artes (UArtes), donde los tres autores protagonizaron también un recital de poesía bilingüe.

El libro editado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) recoge textos de 10 poetas que escriben en kichwa, shuar-chicham (de los indígenas amazónicos) y tsa’fiki, que habla la etnia tsáchila.

En la publicación están contemplados hombres, mujeres y jóvenes. Los poetas recopilados tienen “la urgencia de decir, de expresarse en su idioma”, porque antes hubo poca oportunidad de hacerlo, explicó Lema, profesora de la UArtes y editora del libro.
“Veo una urgencia por decir quiénes somos, qué no somos, dar a conocer nuestra cultura, nuestra lengua y al mismo tiempo internamente fortalecer el idioma, la identidad y compartir con la sociedad mestiza”.

En su poesía, Lema relaciona la naturaleza con el amor, el medioambiente, la cotidianidad y con la cosmovisión andina. Ella cuenta que comenzó a escribir en la adolescencia en español, porque antes no se ensañaban lenguas indígenas en las escuelas y colegios.

“En mi caso aprendí a escribir en kichwa en la Universidad. Ciertas palabras se pronuncian de una forma y se escriben de otra”, indicó Lema, quien escribe la presentación del libro. “El trabajo para nosotros es doble: escribir en kichwa y trasladar esa idea al español, si no con una traducción literal, sí con una interpretación del significado. Hay palabras que existen en un idioma y en el otro no”.

En el recital de poesía, Raquel Antun, originaria de la provincia de Morona Santiago, leyó poemas marcados por temas como el erotismo y el chamanismo.

“Para mantener su hogar, las mujeres shuar entonan cantos sagrados; los anent, que son plegarias para cuando el sol se oculta, por eso la mayoría de los poemas son de amor”, explicó Antun.

La poeta también busca “abrir los ojos al mundo irreal” del natem, la planta con la que se elabora el ayahuasca, un mundo de boas, serpientes y águilas; de luces y bastones de mando. “El natem te conecta con los dioses de la selva, es el desdoblamiento del dios Arutam, que es el dios de las cascadas, el dios del infinito, el anciano de los días. Si tienes merecimiento te da la fuerza, la sabiduría, te entrega el espíritu de esos animales”.

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