Una planta endémica lucha por no desaparecer en Galápagos

Varios ejemplares de la especie Calandrinia  galapagosa fueron sembrados en un vivero, en la Isla San Cristóbal. AFP

Varios ejemplares de la especie Calandrinia galapagosa fueron sembrados en un vivero, en la Isla San Cristóbal. AFP

La Calandrinia galapagosa es una especie de flora endémica tipo arbusto que habita en las zonas áridas de la isla San Cristóbal, en el archipiélago de Galápagos. Esta planta es única en el mundo y está en peligro de desaparecer "porque los chivos se las comían y la supirrosa, otra planta muy agresiva, le estaba quitando espacio", señaló Carlos Ortega, director de la Unidad Técnica de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).

El pequeño arbusto tiene hojas en forma de aguja. Las flores de esta planta tienen la figura de las rosas silvestres, con pétalos rosados o blancos.

Una de las características principales de esta especie es que es muy susceptible a los cambios climáticos. Esta ha sido la razón principal para que se haya afectado su reproducción, que además es muy lenta, señala el botánico Alberto Balladares. Por ello, en la DPNG se trabaja para recuperar esta especie vegetal que tiene una mínima presencia en la Isla San Cristóbal. Algunas de las zonas en las que se la ha visto es en Cerro Colorado, Rosa Blanca, Montones de Arena, Punta Pitt, La Tortuga, Cerro Brujo, El Ripioso y en los alrededores del Centro de Interpretación.

El proyecto creó un vivero, donde se han logrado sembrar varias plantas de esta especie con semillas y tallos, las mismas que han sido debidamente cuidadas y algunas de éstas ya han sido plantadas en los sitios aptos para su crecimiento.

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Otras de las acciones aplicadas es que se han cercado espacios con mallas, como el caso de Cerro Colorado y Rosa Blanca, ubicados en el centro y en el oeste de la isla. Ahí se han eliminado especies introducidas como supirrosa (Lantana camara). En un censo parcial realizado a finales del 2013 en estos sitios se determinó la existencia de 372 plantas de Calandrinia.

El vivero forestal ya está dando sus frutos; alrededor de 200 plantas están listas para ser trasplantadas en sitios seguros. Otras 50 ya fueron sembradas en los alrededores del vivero. El proceso de reproducción dura aproximadamente 90 días cuando lo hacemos mediante semilla, y entre 45 y 60 días cuando es mediante estaca.

Además, el DPNG tiene previsto realizar un censo con el fin de identificar si existen otras especies amenazadas en esa zona, así como establecer cuál es el crecimiento máximo y mínimo de esta planta. "Solo así podremos tomar más y mejores acciones para proteger a esta especie endémica del Ecuador", finalizó Ortega.

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