Bajo el esquema de comedia musical, ‘Pitch Perfect 2’ es el primer largometraje dirigido por la también actriz Elizabeth Banks. Foto: Outnow.ch.
Con una prolífica carrera como actriz (72 producciones) y luego de iniciarse en la dirección con un par de cortos, Elizabeth Banks sube el siguiente escalón para ponerse al frente de un proyecto más ambicioso con la dirección de su primer largometraje.
En ‘Pitch Perfect 2’ (‘Dando la nota: aún más alto’) la flamante directora toma la posta a Jason Moore para darle continuidad a una historia musical que se inició tres años atrás.
En la secuela de la que ya se anticipa como otra saga de batallas musicales, la directora dispone del mismo elenco de actrices que integran el grupo de canto a capela, las Barden Bellas. Una de las particularidades del reparto es su diversidad étnica que de alguna forma transgrede los cánones estéticos femeninos, pero que por otra parte termina acentuando ciertos estereotipos sociales, que terminan convirtiéndose en materia prima de un humor bastante ligero y sarcástico.
Elementos que junto a una narración visual sin riesgos ni excesos se decanta en una sátira del mundo universitario estadounidense, atravesada por un conflicto fraternal pero donde las actuaciones musicales son las que llevarán todo el peso narrativo.
Pese a todo, la interacción entre Anna Kendrick, Rebel Wilson, Chrissie Fit, Brittany Snow, Anna Camp, Hana Mae Lee y Ester Dean crean una atmósfera de buen humor y camaradería con una interpretación aceptable.
Para ellas es el último año de universidad, momento de tomar decisiones que determinarán su futuro profesional, sin embargo, la mayor parte del grupo coral está empeñado en dejar un importante legado para las siguientes generaciones.
Pero un bochornoso incidente frente al Presidente de los Estados Unidos pondrá en duda su trayectoria y su permanencia como grupo. En medio de la crisis, Hailee Steinfeld aparece para darle un giro a la trama –así como para asegurarse la posibilidad de un nuevo capítulo– al interpretar a Emily, una estudiante nueva que llega con la ilusión de preservar la tradición generacional del canto a capela, inculcado por su madre.
Relegadas de toda competencia, las Barden Bellas tendrán solo una oportunidad de reivindicarse, haciendo lo que ningún otro equipo americano ha logrado: ganar el Campeonato Mundial a Capela.
Un grupo alemán aparece como el antagonista de las Barden Bellas y esa rivalidad pone en marcha un juego de voluntades a partir del cual despega una serie de subtramas que giran alrededor de la amistad, el romance, la lealtad y el trabajo en equipo.
Más allá de los previsibles cierres, varios éxitos del pop se refrescan con un buen trabajo de sonido, talentosas voces y vistosas y limpias coreografías que llegan a compensar ciertas carencias técnicas y argumentales, en una película que, sin mucha novedad o esfuerzo, mantiene la línea del entretenimiento puro.