Alrededor de 300 000 mamíferos, 250 000 aves marinas, 300 000 tortugas y 100 millones de tiburones mueren cada año en el mundo, como resultado de la pesca incidental o no intencionada de especies no comestibles, sin valor económico o protegidas, informó la organización ambiental WWF, en su reporte emitido en mayo.
El documento establece que se calcula que la pesca incidental alcanza al menos las 38,5 millones de toneladas anuales. Este valor representa el 40,4% del valor global de pesca, equivalente a 95,2 millones de toneladas. Esto implica un aumento en las cifras de capturas de animales.
En Ecuador, esta realidad no es ajena. Felipe Vallejo, de la Fundación Equilibrio Azul, una organización que trabaja en la conservación de especies marinas en la costa del Pacífico, indica que la pesca industrial de atún presenta un alto porcentaje de captura de tiburones, tortugas y delfines. Aunque no hay cifras exactas, se estima que cerca del 80% de los tiburones son atrapados involuntariamente por pescadores.
En el país, la pesca mueve alrededor de USD 500 millones al año en exportaciones y USD 200 millones en el mercado interno. El sector pesquero se divide en artesanal, semi industrial e industrial.
Según Pablo Guerrero, director regional de pesca WWF, en el país hay 24 000 embarcaciones de este tipo y unos 60 000 pescadores artesanales. Este subsector captura anualmente un promedio de 40 000 toneladas de diversas especies.
Hasta el 2012, la pesca incidental en el país llegó al 2,38% del total de captura, según el Ministerio de Ambiente.
Por ello, desde el Gobierno, se han establecido alternativas para frenar este problema. Uno fue la eliminación de la pesca de arrastre en unos puertos del país. Otro fue el Decreto sobre la pesca del tiburón.
En agosto del 2013 el Ministerio de Agricultura y Pesca informó a los pescadores artesanales y comerciantes del acuerdo en el que se estableció que en las embarcaciones menores artesanales “se tolerará como pesca incidental la captura máxima de cinco tiburones martillos (juveniles de hasta 150 cm de longitud total) por viaje, para su comercialización en los mercados locales”.
Datos de la Competencia Internacional Smart Gear-Ecuador, una iniciativa global de conservación, indican que la principal herramienta de pesca que genera este tipo de afectación es la palangre (arrastre y el uso de las redes de enmalle).
Por ejemplo, para la pesca de atunes (bonito, barrilete, atún aleta amarilla y patudo) y picudos (picudo gacho, blanco y negro) la captura incidental que resulta de este tipo de pesca en el puerto de Santa Rosa (Santa Elena), se constituye principalmente por tiburones (mortalidad del 100%), rayas, tortugas marinas, mamíferos marinos (alta mortalidad entre 80% a 100%), según datos del Ministerio del Ambiente.
El reporte de la WWF señala también que a más de las 850 000 capturas de mamíferos, aves y tortugas, también hay el descarte de billones de peces juveniles, y al interrumpir su ciclo de vida se alteran el ecosistema marino y se generan pérdidas en la pesca potencial para el futuro consumo de la población.
El biólogo marino Andrés Larco explica que este problema está afectando a animales que ya constan en el Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para el Cuidado de la Naturaleza (UICN). Tal es el caso de los tiburones blancos y azules, las tortugas Cayume y Baula, y algunas especies de albatros.
Además, la vaquita marina (Phocoena sinus), la especie de cetáceo más pequeña del mundo y que solo habita en el Golfo de California.
La Baula o Siete Quillas (Eretmochelys imbricata) es una tortuga marina cuyas poblaciones se han visto reducidas en los últimos años por la acción del hombre. Esta especie es capturada incidentalmente en palangres y redes de enmalle.
Frente a esta realidad, los expertos se preguntan cómo garantizar la existencia de los recursos pesqueros para las futuras generaciones, sin poner en riesgo los océanos y la vida marina que habita en ella.
Biólogos de la WWF plantean adoptar un modelo de pesca sostenible, de manera prioritaria, que permita alcanzar un equilibrio entre las necesidades sociales-económicas y la conservación de los ecosistemas marinos. Con esto concuerda Vallejo. Él agrega que un ejemplo clásico es el uso de anzuelos circulares. Estos tienen como objetivo principal salvar
a las tortugas, pues si lo muerden, que se enganchen en la boca y no se traguen el anzuelo.
Actualmente, la organización Equilibrio Azul, trabaja en un proyecto en el que se trata de modificar el arte de pesca. Se busca que la herramienta usada se hunda lo más rápido posible y así mitigar los efectos ambientales. Esta iniciativa empezó en Santa Rosa. El objetivo es que mientras menos tiempo la carnada está en superficie, menores serán las oportunidades de capturar a un ave marina, como los albatros.
En contexto
A escala mundial existe cerca de 38.5 millones de toneladas de pesca incidental al año. Este valor representa el 40.4 % del valor global promedio de pesca, equivalente a 95.2 millones de toneladas. Cifra que subestima la realidad de las especies marinas.capturadas