La pesca deportiva es otra actividad que se puede realizar cerca de Peguche. Foto: Cortesía Otavalo.travel
En la comunidad de Peguche se encuentra el barrio Obraje, un centro estratégico para el turismo en las afueras de Otavalo. Allí surgió hace tres años el restaurante Pesca Deportiva Obraje.
El proyecto se profesionalizó después de que José Segundo Lita Díaz retornó de Europa, donde vivió 16 años y trabajó en hostelería.
Para él, de nacionalidad kichwa otavalo, el lugar resultó ideal para un restaurante por la cercanía con el río y la cascada de Peguche.A partir de sus experiencias internacionales, Lita Díaz buscó la posibilidad de ofrecer actividades además de la comida. Así, la pesca de trucha se convirtió en una de las atracciones más importantes del lugar.
La fuente propia permite a sus comensales pescar un alimento fresco e incluso ver su preparación en diferentes cocciones. El público asiste a un evento en familia, en donde se aprende a pescar con ‘sucus’. Es un tipo de caña que en Peguche se utiliza también para elaborar flautas.
El anzuelo lo elaboran con masas de pan, porque las truchas -que vienen en piscinas seleccionadas de Cayambe– se alimentan con pienso (compuesto para el ganado). El pan hace más fácil su captura.
Una vez que se concreta la pesca, los comensales eligen si se prepara a la plancha, al vapor, frita o en chicharrón. Los platos se acompañan con verduras y papas. Pero también existen opciones como los camarones a la plancha.
Además de los frutos del río o del mar, el restaurante rescata productos nativos y preparaciones tradicionales. Entre ellas el uso de chocho o tostado en sus recetas.
Lita Díaz cuenta que otra de las claves del lugar ha sido romper con la tradición y añadir opciones fusión, sobre todo en la coctelería. Por ello, el restaurante mantiene cocteles internacionales como el mojito o la caipiriña.
Lita Díaz cuenta que participó en festivales de coctelería en San Sebastián, España, y de allí aprendió sus preparaciones. “Nos dejaban participar porque hacíamos algo diferente. Poníamos decoración caribeña y latina”.
A los cocteles internacionales añade frutas nativas como moras, uvillas o fresas, que obtiene de su propio huerto.
Una de las atracciones en su bar es el mojito de babaco, que elabora con y sin alcohol. Su infusión con un toque de hierbabuena da una innovadora combinación. De igual forma, una versión del canelazo con uvilla, inspirado en la bebida tradicional, pero que elabora con ron o cachaza.
El restaurante también se ha convertido en un espacio de encuentro familiar, en el que grupos de música andina se presentan constantemente. Para el dueño existe mucho talento en los jóvenes y este local les permite mostrar su creatividad al público, en un espacio al aire libre.
A través de esta variedad de actividades, Lita Díaz señala que ofrece un lugar turístico que se destaca en Otavalo.
Ubicación
5 minutos al noroeste de Otavalo, en el barrio Obraje.
Música
Las presentaciones en vivo se realizan dos veces al mes.
Comida
Se sirven recetas internacionales con productos locales.