Freddy Tovar, pintor plástico, también plasma las corridas de toros y las fiestas populares. Foto: Facebook/ Freddy Tobar.
El danzante es el personaje que se destaca en los murales que el artista Freddy Tovar plasma en su obra pictórica, que llena de color y vida a calles y avenidas del cantón Pujilí (Cotopaxi). También sobresalen los artesanos alfareros de La Victoria y los de Tigua, con sus colores encendidos.
Desde abril pasado, los muros de una parte de las edificaciones de la urbe son los lienzos para pintar a gran escala figuras de contenido intercultural, donde se combinaron elementos andinos que resaltan al sacerdote o danzante que en junio de cada año celebra el Corpus Christi.
El artista, de 60 años y nacido en Pujilí, cuenta que el nombre indígena del danzante es Tushug (bailarín o hacedor de la lluvia). Con su baile mueve los cascabeles que lleva colgados de sus pies, ellos son los generadores de la lluvia, purificadores del ambiente y guías de la celebración.
Tovar dice que la temática del Corpus Christi se podrá apreciar desde el ingreso al cantón y en las calles Rafael Morales, Vicente Rocafuerte, García Moreno, Sucre y en el parque Central, por donde baila el danzante en junio de cada año. Además, en su obra hace un homenaje al artesano Alejandro Caiza, que cumplió 102 años. “Pujilí es la cuna del arte, del folclor, la música y todo eso contendrá la obra que encierra 17 murales, en el momento están listos siete”, dice.
Cada pintura tiene una combinación de figuras antropomorfas y zoomorfas que eran utilizadas por la cultura prehispánica. Se pueden apreciar en las pilastras de cada uno de los cuadros. Además, la vestimenta del danzante tiene una pechera en la parte delantera y representa a la chakana o cruz andina. Esta está cubierta con espejos y oropeles, donde sobresale el arco iris multicolor. “Son diseños que están relacionados con el folclor y el ritmo del color unidos en los murales”, dice Tovar.
El artista mezcla el arte abstracto con el contemporáneo y el antiguo, es decir, en un solo lienzo están representados los danzantes en el tiempo. Otro de los murales que pintará es la unión de todos los danzantes que existen en el Ecuador. El propósito es conocer la vestimenta de cada uno, qué colores que usan para la fiesta.
Cuenta que en los diseños geométricos y ornitomorfos (con formas de aves) se utiliza la técnica de la pintura iridiscente. “El legado prehispánico que dejaron los artistas antiguos fue sin color y nosotros le estamos atribuyendo el color al barro, donde también se destaca el Niño de Isinche, vestido de danzante”, finaliza.