En las calles de Quito se ofertan cachorros a USD 45

En la avenida Patria se vendieron perros la tarde del 15 de junio del 2016. Foto: Diego Puente/ EL COMERCIO

En la avenida Patria se vendieron perros la tarde del 15 de junio del 2016. Foto: Diego Puente/ EL COMERCIO

En la avenida Patria se vendieron perros la tarde del 15 de junio del 2016. Foto: Diego Puente/ EL COMERCIO

El vendedor lo tomó con la dureza que se coge un ladrillo. Agarró a un cachorro desde su panza y lo hizo chillar. De un cartón de manzanas sacó otra perrita. En total, tenía cuatro. Cada uno fue ofertado por USD 45. “A USD 35 le dejo, es lo máximo que puedo bajarme”, dijo.

Él caminó junto con otra señora por la banqueta de la avenida Patria la tarde del miércoles 15 de junio. En la Unidad de Flagrancias de Pichincha hicieron una pausa mientras veían desfilar policías. Descansaron y conversaron. Potenciales clientes se acercaban, muchos eran niños.

Las acciones de los posibles compradores se parecían: encogían el cuello, los ojos quedaban achinados, acercaban las manos a los cachorros y decían “qué lindos”, con la misma voz con la que conversarían con un recién nacido.

Los dos comerciantes de perros no hablaron mucho al ser abordados por este Diario. Dijeron que cuando vienen a Quito venden de cuatro a cinco diarios. Esa noche iban a viajar a El Coca (Orellana), en el Oriente para vender a los cachorros que les sobraban.

Al ser consultados para conocer más detalles se callaron y caminaron hacia la avenida 6 de Diciembre. No respondieron qué pasa con los perros que no avanzan a vender cuando dejan de ser cachorros.

Este no es el único caso. En la Marín existe un comerciante que a diario vende cachorros. Desde las 11:00 hasta las 18:00 recorre la avenida Pichincha. Con voz ronca y casi de manera inentendible dice “perritos” al oído del peatón que pasa. Siempre lleva uno en su mano y al resto los tiene en una mochila.

La Ordenanza 048 que rige en Quito califica como una infracción grave comercializar animales de compañía, de manera ambulatoria, en la vía o espacios públicos y en aquellos lugares destinados al expendio de alimentos de consumo humano. La sanción económica va entre 45 a 90% de una remuneración básica unificada.

En caso de que se le produzcan lesiones al animal, el Código Orgánico Integral Penal sanciona con una pena de 50 a 100 horas de trabajo comunitario. Si es que la mascota muere, la máxima sanción es de tres días de prisión.

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