En diciembre del 2015, Mauricio Villagómez partió de su ciudad junto a Wilfred y Wanda, sus dos perros rescatados. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Los artistas callejeros cada vez buscan nuevas formas de entretener en las vías. Apenas se pone el semáforo en rojo, Wilfred y su amigo, Mauricio Villagómez, se toman la esquina de la avenida 10 de Agosto y Naciones Unidas para demostrar su talento ante los conductores que circulan en las noches por esta zona.
Su acto empieza cuando el perro, de tres años de edad, salta sobre los obstáculos formados con las piernas y brazos de su dueño. Finalmente, termina montado en su espalda.
En esta posición, ambos saludan a su público que los observa atentamente desde los vehículos y, antes de que la luz se ponga en verde, juntos pasan por cada ventana con la esperanza de que les den algo de dinero.
En sitios como Puyo, Macas, Tena, Riobamba, Cuenca, Manta, Machala e incluso, en Perú, Villagómez ya ha presentado este número en los semáforos. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Villagómez cuenta que la idea surgió por sus ganas de viajar. En su natal Ambato, colaboraba con una fundación de rescate animal y se dedicaba a entrenar perros. Pero, su profesión no le daba tiempo de seguir sus sueños. Por eso, juntó sus ganas y su experiencia y decidió recorrer el mundo aplicando sus conocimientos.
En diciembre del 2015 partió de su ciudad junto a Wilfred y Wanda, sus dos perros rescatados. Todavía recuerda el momento en que los eligió. “Eran los más locos del albergue”, dice.
En sitios como Puyo, Macas, Tena, Riobamba, Cuenca, Manta, Machala e incluso, en Perú, ya ha presentado este número en los semáforos. “Cuando me ven, me dicen que es algo novedoso”, cuenta este viajero de 28 años de edad.
Su acto empieza cuando el perro, de tres años de edad, salta sobre los obstáculos formados con las piernas y brazos de su dueño. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Aunque admite que en ocasiones tuvo que enfrentar comentarios contra él y sus compañeros de cuatro patas.
A pesar de eso ha continuado con el trabajo y cada mañana se prepara para brindar el show de la noche. Villagómez cuenta que salen a correr, a saltar obstáculos y a practicar las piruetas. Los alimenta con “comida de marca” y los lleva a todas partes.
En Quito se los puede encontrar desde las 18:00 hasta las 20:30 en los semáforos de la avenida América y Naciones Unidas, 10 de Agosto y Naciones Unidas o en la Gaspar de Villaroel y Eloy Alfaro, dependiendo del día.
Con el dinero recolectado estos artistas callejeros planean partir a Colombia para mostrar su talento y seguir mejorando en su presentación.