Los 'perrhijos' son más usuales en las familias cortas

En casa de Frida hay camas y cobijas para que descanse en un  espacio cerca del dormitorio de sus dueños. Fotos: Pavel Calahorrano /EL COMERCIO

En casa de Frida hay camas y cobijas para que descanse en un espacio cerca del dormitorio de sus dueños. Fotos: Pavel Calahorrano /EL COMERCIO

Desde juguetes hasta spa y peluquerías. La forma de tratar a los perros ha cambiado en los últimos años, hasta el punto de transformarlos en un miembro más de la familia.

Parejas sin hijos, personas solas en edad madura o simplemente los hogares actuales han visto en los perros la parte afectiva de los animales a quienes pueden también darles amor y a la vez comodidades. Eso se presenta en casos como el de Babas, el mimado de la casa.

Ahora sus dueños los llaman 'perrhijos' y las primeras experiencias surgieron en México.

Babas tiene su espacio propio dentro del estudio, con juguetes traídos de Estados Unidos y un entrenador personal. Para sus dueños, Fabián Valencia y Elizabeth Villacreses, este can se ha transformado en el reemplazo de un nieto.

Sus tres hijos ya son adultos, pero les hace falta la presencia de un niño en casa. Por eso compraron a este bulldog inglés cuando quedaron fascinados con su raza gracias a una telenovela donde aparecía uno.

Pero el cachorro de 9 meses no ha representado gastos solo en juguetes. Babas tiene una fisura en el cuello, también en la segunda vértebra, tuvo otitis, es alérgico a las vacunas y ahora tiene acné infantil. Para Ana, una de las hijas de este matrimonio, muchas de las dolencias del perro se han dado por ser muy consentido.

Según la Agencia de Control del Municipio de Quito, en la capital hay 400 000 perros entre callejeros y mascotas. Veterinarios de Protección Animal Ecuador aseguran que el 90% de los canes que son rescatados diariamente tiene dueño.

Según datos del INEC, las personas dedican en promedio dos horas y 21 minutos a la semana al cuidado de sus mascotas. Diego Cabrera, entrenador de perros, considera que una de las causas para que terminen en las calles es la falta de control en su comportamiento.

Sin embargo, cree que las personas desde hace unos 10 años se preocupan más por estos temas, aunque corren el riesgo de humanizar a sus mascotas. De eso justamente se preocuparon Susana y Carlos Fernández, quienes decidieron por ejemplo entrenar a su Catalina en una guardería. Optaron porque en uno de estos espacios le enseñen 'buenos modales' y la ayuden socializar con otros canes todas las mañanas.

Catalina tenía problemas de comportamiento, destruía muebles y no comía. Así que ahora, como en una escuela, ella toma clases. Sus dueños están felices, pues aseguran que la cachorra de 11 meses es su vida, es como una hija.

La schnauzer va a la peluquería una vez al mes y tiene comida especial para su raza, que la traen cuando salen de viaje a Colombia. Un anaquel en casa está dedicado solo para ella, en el cual guardan sus golosinas, sus galletas, sus premios y al menos ocho juguetes.

Al igual que Elizabeth y Pablo Ayala, otro matrimonio, no tienen hijos tras algunos años juntos. Esta pareja, en cambio, dice haber encontrado en Frida el amor incondicional y un cariño muy poderoso.

Elizabeth, por ejemplo, cuenta que al poco tiempo en que trajeron a Frida (una bullterrier) a su departamento en Orquídeas, se enfermó. Ella, que en ese momento no trabajaba, dedicó el 100% de su tiempo a la perrita, que debía estar en cama. Cree que con el amor de madre que le dio, Frida se repuso de la operación de hernia umbilical que soportó.

En Pichincha, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos, hay unos 723 000 niños. Se calcula que en Quito están poco más de la mitad, una cifra menor en relación con la cantidad de perros que calcula el Municipio. ¿Cuál es la tendencia? Para el psicólogo Augusto Sierra, las familias actuales ya no siguen patrones ni estereotipos, reemplazando incluso el cariño de un niño con el de una mascota. Según su criterio, se debe a la libertad de decisiones que tienen al formar sus hogares. "Hay que comprender que los parámetros han cambiado con el tiempo".

Piedad Heredia ve a sus tres perros como hijos. Considera al perro de sus nietas, un nieto más. Los tres que viven con ella son mestizos, los cuida, son su compañía. No cree que esté mal tratarlos bien, pues piensa que los canes son animales muy fieles, amorosos. Por eso los consiente cuando cocina coladas y sopas cada noche para ellos. La psicóloga Anaela Jara dice que los animales, sobre todo los perros, son tan dóciles y nobles que pueden sustituir los vacíos emocionales.

En contexto

Los perros son ahora considerados un miembro más de la familia. Sus dueños a más de amor les dan comodidades; son -en algunos casos- como hijos. Tienen acceso a guarderías, peluquerías y entrenadores. En Quito hay 400 000 perros entre callejeros y mascotas.

NO OLVIDE

La nutrición. Todo perro necesita alimentarse. La comida le nutre, le da energía y salud. Debe ser de buena calidad.

El aseo. Su baño, el corte de pelo, de uñas, la limpieza de los oídos y de la cara son algunos de los cuidados que necesitará siempre.

El ejercicio. Se los puede llevar a correr, o a darles largas caminatas. Para esto se debe dedicar tiempo a la mascota.

La educación. Los canes necesitan aprender a convivir en sociedad. Esto incluye tener normas y reglas básicas. El perro se comporta como le enseñen en casa.

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