El papel protagónico está a cargo de James Faulkner, quien en 2013 interpretó al Papa Sixto IV en la serie de TV ‘Da Vinci’s Demons’. Foto: captura.
La sangre corre a través de los surcos de la carne viva, abiertos sobre la espalda a punta de azotes y se derrama sobre el frío piso de una oscura mazmorra. Ese es el castigo impuesto a Saulo de Tarso, quien espera la ejecución de su condena, acusado por una supuesta violación a la Ley, pero sentenciado por un poder que le teme a la verdad e influencia de su pensamiento.
La historia del hombre que dejó de perseguir y matar cristianos para convertirse en uno de las figuras más influyentes del cristianismo se cuenta a partir de esta trágica escena, en la película ‘Pablo, el apóstol de Cristo’, un filme de corte bíblico que se presenta en estreno este fin de semana (20-22 de abril del 2018) , en la cartelera nacional.
La experiencia de conversión que vive el protagonista también resulta una experiencia cercana al propio director Andrew Hyatt, quien descubrió en el cine un espacio para explorar el drama de la condición humana. Además, este ha sido un medio para la expresión de su convicción religiosa, en su corta trayectoria en la industria.
En ‘Pablo, el apóstol de Cristo’ hay un poco de ambas corrientes. Por un lado está el melodrama de un hombre que es objeto de la cruel represión de un gobierno autocrático y de una sociedad que juzga desde una moral colectiva y predeterminada.
Ese hombre es Pablo, interpretado por James Faulkner, quien ha sido encarcelado y condenado a muerte en los tiempos en que todo el poder del Imperio romano estaba concentrado en la figura de un solo hombre: Nerón, dispuesto a castigar las ideas que considere subversivas.
Por otro lado está el sentido místico, expresado en la fe que alimenta un espíritu inquebrantable en momentos de zozobra pero que, al mismo tiempo, provoca serios cuestionamientos existenciales. Es un aspecto que adquiere relevancia en la figura de Lucas, encarnado por Jim Caviezel, quien enfrenta riesgos para evadir la seguridad de la prisión hasta llegar a su amigo, el apóstol de los gentiles. En la oscuridad del cautiverio, Lucas se convierte en la luz que necesita Pablo para sostener su fe, en el médico que cura sus heridas y en el confidente que inmortaliza su historia y sabiduría en una serie de cartas escritas desde la prisión.
Además, el director lleva ese testimonio de fe a la praxis a través de Mauricius, el prefecto de la cárcel romana y testigo de las formas que adopta la fe y la esperanza sobre la carne y el espíritu, cuando su propia hija es protagonista de un milagro.
Aunque los diálogos exceden en lo explicativo, la cinta mantiene el canon de las producciones contemporáneas.
Video: YouTube, cuenta: Sony Pictures España