El párkinson y el alzhéimer no detienen el arte de estos adultos mayores

‘Pasado pluscuamperfecto en presente perfecto’, abierta al público desde este lunes 28 de septiembre del 2015, en el museo Nahím Isaías.  Foto: Gabriel Proaño/ ELCOMERCIO

‘Pasado pluscuamperfecto en presente perfecto’, abierta al público desde este lunes 28 de septiembre del 2015, en el museo Nahím Isaías. Foto: Gabriel Proaño/ ELCOMERCIO

‘Pasado pluscuamperfecto en presente perfecto’, abierta al público desde este lunes 28 de septiembre del 2015, en el museo Nahím Isaías. Foto: Gabriel Proaño/ ELCOMERCIO

Mariposas suspendidas en un pedazo de acetato. Violines anclados en la orilla del mar, plasmado en el contorno de una botella. Paisajes coloridos de colinas y atardeceres, garabateados sobre un cuadrado de cartulina.

No son obras de grandes artistas, pero están impregnadas con recuerdos y anhelos que tomaron forma a pinceladas.  Ocho adultos mayores del Hogar del Corazón de Jesús, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, son los artistas de la exposición ‘Pasado pluscuamperfecto en presente perfecto’, abierta al público desde este lunes 28 de septiembre del 2015, en el museo Nahím Isaías.

“Me enseñaron desde cómo tomar el pincel. Mi esposo era artista, pero nunca pensé que yo también haría estas bellezas”, cuenta Piedad Morán, una de las alumnas del taller de pintura, dirigido por la maestra en arte Lorena Parrales.

“Al comienzo pensé que sería difícil; hay que tener mucha paciencia. Pero luego me demostraron que ni siquiera el párkinson ni el alzhéimer les impedirían plasmar sus ideas”, dice la maestra rodeada por el colorido de los cuadros, en una de las salas de exhibición.

Pese a los temblores continuos de sus manos, Julieta Rephani delineó con delicadeza las alas de una mariposa. Y pese al olvido, Ayú Viteri se esforzó por comenzar, cada día, su paisaje rodeado por flores vivas y una casita al borde de un acantilado.

Para Camila Valdiviezo, gerontóloga del Hogar, los cuadros son una muestra del arte convertido en terapia. “El arte cura el alma (...). Detrás de cada pincelada, detrás de cada textura, de cada color combinado, de cada técnica, hay personas valientes que se levantan a pesar de olvidos, que pintan a pesar de temblores en las manos, que crean a pesar de que tienen varias dolencias físicas y se levantan día tras día para asistir a estas clases”.

Los talleres duraron seis meses. Los resultados fueron más de 30 obras, que abrieron el cronograma de actividades por el Día Internacional del Adulto Mayor. En esta semana, además, el hospicio organiza jornadas de confraternidad, con actividades como taichí al aire libre. Y mañana tendrán un show de música y baile flamenco.

A la exposición pictórica fueron invitados varios residentes del Hogar, quienes junto a sus bastones, andadores y una copita de champaña recorrieron la muestra el día de la inauguración.

El artista Federico Gonzenbach apreció los detalles y colores vibrantes de las creaciones. “Son expresiones que han estado guardadas hace mucho tiempo. Una norma como artista siempre ha sido la pasión, la emoción intensa para crear. Lo que ellos han expresado es lo emotivo, lo que ha salido de sus almas”.

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