París acoge conferencia sobre sida con preocupación por recortes de Trump

París se convertirá este domingo 23 de julio de 2017 en la capital de la lucha contra el sida con la apertura de la conferencia internacional de investigación sobre la enfermedad, que tendrá un tono político inhabitual debido a los recortes previstos por Donald Trump en las inversiones estadounidenses.

Los organizadores de la conferencia, que reúne a la flor y nata de la investigación mundial hasta el miércoles en el Palacio de los Congresos de la capital francesa, publicaron una Declaración de París para expresar sus temores, antes incluso de la apertura de la conferencia.

“No habrá final del VIH sin investigación ni investigación sin inversiones duraderas” , proclama el texto. Aunque no cita a la administración estadounidense de Trump, está claro que es la destinataria de ese mensaje.

“Se corre el riesgo de perder vidas en vano”, lamenta la investigadora sudafricana Linda-Gail Bekker, presidenta de la International AIDS Society (IAS) , que coorganiza la conferencia junto con la agencia francesa de investigación sobre el sida, la ANRS.

Estados Unidos ha sido históricamente el país que más ha gastado en la lucha contra el sida, con unas sumas equivalentes a más de dos tercios de las inversiones gubernamentales internacionales.

El año pasado, Washington dedicó USD 4 900 millones a programas de lucha contra la enfermedad, muy por delante de Reino Unido (USD 645,6 millones) y Francia (USD 242,4 millones).

Pero el presidente Trump propone reducir esos gastos en más de USD 1 000 millones en el presupuesto de 2018, que se está debatiendo en el Congreso, según cálculos de la oenegé estadounidense Health Gap.

Hay que “reducir la financiación de varios programas sanitarios, incluidos algunos que conciernen el sida, teniendo en cuenta que otros donantes deberían aumentar su contribución”, escribió Trump en mayo en un proyecto de presupuesto.

Si el Congreso los adopta, esos recortes privarán a 830 000 pacientes, principalmente africanos, de antirretrovirales, unos medicamentos que impiden el desarrollo del virus, considera la Kaiser Family Foundation, una oenegé estadounidense especializada en las políticas de salud. Esa decisión provocará además 200.000 nuevas infecciones, según la misma fuente.

El proyecto de Trump prevé una reducción del 17% de la inversión estadounidense en el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, que será de USD 1 130 millones de dólares, 222 millones menos que en 2017.

“Estados Unidos representa cerca de un tercio de la financiación total del Fondo Mundial, así que una bajada del 17% de su contribución sería un verdadero mazazo”, teme Alix Zuinghedau, de Coalition Plus, un grupo de asociaciones de lucha contra el sida.

Los planes de Trump también dejan otra incógnita: el presupuesto dedicado al Pepfar, el programa iniciado en 2003 por George W. Bush, que permite que más de 12 millones de pacientes tengan acceso a tratamientos antirretrovirales.

“No hablamos de un simple riesgo de ralentización de la lucha contra el sida: esos recortes presupuestarios podrían causar un verdadero retroceso respecto a los avances que habíamos logrado”, insiste Bekker, que considera ese escenario como “una tragedia”.

Esos avances han sido importantes en los últimos años. El virus del sida se cobró un millón de vidas en 2016, casi la mitad menos que en 2005, anunció el jueves Onusida, el programa de coordinación de la ONU.

El año pasado, 36,7 millones de personas vivían con el VIH, y más de la mitad (19,5 millones) tenía acceso a tratamientos.

En 2016, donantes públicos y privados juntaron USD 19 100 millones para la lucha contra la enfermedad. Serían necesarios 26 200 millones para alcanzar en 2020 el objetivo fijado por la ONU: que el 90% de las personas con VIH conozcan su condición, que el 90% de las personas diagnosticadas con el virus accedan a un tratamiento y que el 90% de las personas que reciban terapia tengan supresión viral.

“Maximizamos el uso de cada dólar disponible, pero nos siguen faltando USD 7 000 millones”, dijo el jueves Michel Sidibé, director ejecutivo de Onusida.

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