El Quicentro Sur se convirtió en el escenario de una boda masiva la tarde de este sábado 12 de noviembre del 2016. 37 parejas decidieron casarse eclesiásticamente, en simultáneo, en la capilla de este centro comercial con la bendición del arzobispo de Quito, monseñor Fausto Trávez, quien fue el encargado de presidir la ceremonia.
Las parejas contrajeron matrimonio en una ceremonia colectiva en un centro comercial del sur de Quito. Foto: EL COMERCIO.
Desde las 10:00 empezaron a llegar las novias para maquillarse, colocarse sus vestidos blancos y ponerse sus velos. Después de todos los preparativos, las parejas ingresaron a la capilla y se sentaron acompañados de su corte de honor. Con un lenguaje coloquial y haciendo algunas bromas para amenizar la ceremonia, el Arzobispo les explicó el significado del matrimonio y bendijo a los asistentes.
Ante la presencia de sus familiares, amigos y algunos de los visitantes del centro comercial, que se acercaban a la zona asombrados por el acto, las parejas prometieron estar juntas “hasta que la muerte los separe”.
Para Cecilia Galarza y Jaime Erazo fue una “emoción inmensa” poder casarse ante tantas personas después de 15 años de unión. Galarza cuenta que su deseo más grande era que el día que decidiera contraer matrimonio, sus dos hijos puedan llevar la cola del vestido y los anillos. En esta ocasión su sueño se cumplió.
Cecilia Rodríguez describe a esta ceremonia como algo “maravilloso”. Ella y su esposo, Juan Taco, querían hacer algo diferente y cuando les comentaron acerca de esta oportunidad, no lo pensaron dos veces y se inscribieron. Esta pareja lleva ocho años de unión y tienen dos niños, quienes también asistieron a la boda.
Este acto se realizó con el apoyo de la Vicaría del sur y del Arzobispado de Quito, cuenta Carmen Recalde, administradora del Quicentro Sur. El objetivo fue permitir que las parejas que habitan en la zona de influencia de este centro comercial ratifiquen su unión familiar de una manera diferente.
Este acto se realizó en el marco de la terminación del año de la Misericordia, explica el Arzobispo de Quito. La idea es demostrar a las parejas que “nunca es tarde para certificarse” y fue una oportunidad para acercar la Iglesia a los ciudadanos. En esta capilla también se han celebrado misas en ocasiones pasadas, pero es la primera vez que se realiza una boda de este tipo.
Los novios no tuvieron que pagar por la ceremonia y al final recibieron un diploma con la firma del Arzobispo y una orden de consumo para comer en cualquiera de los restaurantes de este lugar.
Los matrimonios colectivos se celebran en otros países como México donde alrededor de 615 parejas se casaron durante el 2015.