El colegio Réplica Montúfar, en en la Ciudad Bicentenario en Pomasqui, en Quito, fue parte del piloto del programa Educando en Familia. Foto: Flickr
Hábitos saludables, rendimiento académico y sexualidad integral, y afectividad son tres de los siete ejes temáticos que se trabajó en el Programa Educando en Familia. Es el reemplazo de Escuela para padres.
Los otros cuatro ejes fueron educación en valores, habilidades sociales (comunicación y resolución de conflictos), problemáticas infanto juveniles como consumo de drogas y prevención de violencia.
Celine Andrés es la Subsecretaria de Innovación y Buen Vivir del Ministerio de Educación. Precisa que el año pasado decidieron replantear una estrategia de trabajo con los padres de familia. “Estaba claro que nos hacía falta una pata, dentro de lo que es la formación. Queríamos que la familia se vinculara con el proceso educativo de sus hijos”.
Por eso aplicaron a modo de pilotaje el programa Educando en Familia, desde septiembre hasta diciembre del 2014. Lo hicieron en nueve planteles del país. Se trata de Aguirre Abad y Alfredo Vera Vera, en Guayaquil; Ahuano, en Napo; Bosco Wisuma, en Morona; Cacique Tumbalá, de Zumbahua; Carlos Romo Dávila, en Tulcán; Olga Campoverde, en Huaquillas; Yachana Wasi, en Cotacahi, y la Réplica Montufar, en en la Ciudad Bicentenario en Pomasqui, en Quito.
En principio prepararon a los docentes del Departamento de Consejería Estudiantil. Luego hicieron una campaña para convocar a padres y que voluntariamente se sumaran al programa. Solo 2 000 madres y padres participaron, lo que significó el 40% del total esperado.
Según la Subsecretaría, los padres quieren información sobre uso y consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. También sobre embarazo adolescente y valores universales.
¿Por qué trabajar en la escuela el tema de los valores y no en casa? Según Celine Andrés, la realidad es que la familia ecuatoriana ahora es diversa, hay una madre, una abuela y tres niños, por ejemplo. Los padres y madres deben trabajar y no tienen tiempo para hablar con sus hijos.
Ella contó que sus colegas viven la misma situación en Brasil. No hay convivencia familiar. Una de las actividades que hacen en los centros educativos es pedirles a los niños dibujar cómo se ven a futuro, qué quieren ser de grandes. Y luego hacen que los padres reconozcan qué grafico es de su hijo. Penosamente descubren que ellos no conocen a sus chicos. No logran identificar qué pintaron.
Por eso hay que buscar la forma de quitar la idea de que la escuela tiene toda la responsabilidad en la formación. Celine repite que los mensajes que se enseñan en la escuela no pueden chocar con lo que pasa en casa. “Habrá incoherencia y el estudiante no asumirá el mensaje de prevención si en el plantel le hablan de no beber alcohol y en casa ve a su padre hecho polvo…”.
La idea es ampliar el Programa Educando en Familia, inaugurarlo de forma oficial en mayo de 2014, en el inicio del régimen Costa. Ahora existen aproximadamente 3 000 consejeros estudiantiles. Necesitan uno por cada 300 alumnos. La meta de este año es ubicarlos en unidades con 900 estudiantes. Se apoyarán en los docentes tutores, en los centros en los que no tengan departamentos de consejería.
La Subsecretaria aseguró que Educando en Familia se trabajó desde antes que apareciera el Plan Familia, con valores universales, acordados incluso con el presidente Rafael Correa.
En el tema de sexualidad, señaló Celine, se trabaja además con el Programa de Participación Estudiantil, obligatorio para los estudiantes de segundo y tercero de bachillerato. Es una de las opciones que los chicos pueden elegir. Ahí también hablan sobre uso de anticonceptivos como medidas de prevención de enfermedades sexualmente transmisibles.