Más pacientes agrupados buscan medicinas

Pacientes con cáncer, que integran Esperanza y Vida, preparan una medida cautelar. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Pacientes con cáncer, que integran Esperanza y Vida, preparan una medida cautelar. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Pacientes con cáncer, que integran Esperanza y Vida, preparan una medida cautelar. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Cuando Mercy habla de los cursos de inclusión laboral que organiza, olvida su enfermedad. No ha dejado el trabajo porque ha sido parte de su terapia desde que le detectaron cáncer de mama, en el 2001. Hoy lucha contra un cáncer a los huesos.

Mercy es afiliada al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y pasa por nueve quimioterapias. “Los médicos me dicen que usan otro fármaco para el cáncer de mama y es solo de mantenimiento. En realidad necesito otra medicina y el IESS no la tiene”.

Como tratamiento específico, los doctores le recomendaron dos inyecciones de Fulvestrant al mes. Cuesta más de USD 700 y no está en el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos (CNMB). “Hice el pedido al IESS en agosto del 2016, y aún no responde. Dependo del Ministerio de Salud”.

El Ministerio maneja la política de fármacos. Este año ha recibido demandas de pacientes con males catastróficos, que recurren a juzgados para acceder a medicina por fuera del Cuadro Básico, recomendada por comités médicos.

La ministra de Salud, Verónica Espinosa, ha insistido en que el costo no es un criterio para aprobar un medicamento sino que buscan verificar su calidad, seguridad y eficacia. “Un paciente siempre quiere esperanza, pero debemos precautelar su seguridad. La medicina no es inocua; puede causar hasta la muerte”.

Carmen, de 49 años, también necesita el Fulvestrant para combatir un cáncer de mama, huesos y pulmones. En octubre del 2016, ocho médicos del IESS recomendaron que “podría beneficiarle”.

Su caso es parte de la demanda grupal que prepara la Asociación de Pacientes con Cáncer Esperanza y Vida. Hasta ahora han recopilado seis expedientes de afiliados y jubilados del IESS que reclaman tratamientos, fuera del Cuadro.

Daniel Rodríguez, director nacional de Salud del IESS, dijo a inicios de este mes que todas esas solicitudes van al Ministerio de Salud, donde profesionales médicos las revisan y aprueban, si hay evidencia científica de su efectividad.

Para él, varios de los fármacos pedidos son de cuarta o quinta línea de tratamiento. Algunos tienen certificación de la FDA (agencia de EE.UU. que regula las medicinas), y también se expenden en Europa. Pero insiste en que eso no garantiza su efectividad.

“Si fuera un medicamento que tiene una valía enorme, seguramente estaría y sería aprobado, como muchos otros. Es un tema muy controversial para que sea tratado por jueces. Un tratamiento es de pertinencia médica”, aseguró.

Roberto, de 68 años, lucha contra un tumor maligno de próstata. En abril, los médicos del IESS anotaron en su historia clínica que “requiere Enzalutamida”. Él aún espera que el fármaco sea aprobado y hace poco se sumó a la demanda grupal de Esperanza y Vida.

“Queremos que las autoridades del IESS nos visiten, así como fueron a las farmacias. Muchos compañeros han muerto esperando su medicina y otros están muriendo”, dice Bella, integrante de la asociación.

Otro tema que inquieta a los pacientes con cáncer es el acuerdo 108 del Ministerio de Salud, que pone nuevas reglas para autorizar la compra de medicina que no está en el CNMB. El presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Ernesto Carrasco, cree que la normativa alargará la espera del paciente y pondrá sobre los médicos la responsabilidad de la efectividad o no del fármaco.

“Se dificulta más la compra con un proceso burocrático y lento, que se da dos veces al año”, dice Carrasco. Según el acuerdo, las solicitudes se receptan en febrero o agosto.

Pero la ministra Espinosa aclara que la disposición mejorará el acceso a medicamentos y que la adquisición será inmediata en casos de emergencia. “Se ha dicho que el paciente va a esperar y hasta eso puede morirse, eso no es cierto”, dijo.

También puntualiza que no todos los pacientes con cáncer tendrán que hacer estos pedidos. “Es un procedimiento excepcional, para un grupo muy pequeño de medicamentos”.

Mientras Mercy sigue esperando el Fulvestrant, la metástasis avanza por su cuerpo. El cáncer ha tomado su columna y la cadera, como revela su última gammagrafía ósea.

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