Las presas de la cárcel federal de Litchfield regresan para seguir contando cómo sobrellevan los días tras las rejas a la espera de recuperar la libertad. Foto: AFP
Netflix tomó a sus seguidores desprevenidos y estrenó este jueves 11 de junio -un día antes de lo previsto- la tercera temporada de ‘Orange Is The New Black‘, una de sus series insignia con la que logró popularidad mundial.
Las presas de la cárcel federal de Litchfield regresan para seguir contando cómo sobrellevan los días tras las rejas a la espera de recuperar la libertad.
Piper Chapman, interpretada por Taylor Schilling, afronta lo que le queda de condena sin el apoyo de su prometido, que finalmente la dejó por su mejor amiga. Eso le dará libertad de vivir de nuevo un romance con Alex (Laura Prepon), la mujer por la que acabó enredada en una trama de blanqueo de dinero del narcotráfico y que cumple su pena en el mismo correccional.
Pero la tercera temporada es más coral que nunca, como si todas fueran protagonistas. ‘Red’ (Kate Mulgrew), ‘Crazy Eyes’ (Uzo Aduba), ‘Big Boo’ (Lea DeLaria), ‘Pennsatucky’ (Taryn Manning), ‘Taystee’ (Danielle Brookds) y Sophia Burset (Laverne Cox) viven potentes tramas con un denominador común: sobrevivir a la cárcel y no perder la fe.
Como de costumbre, Netflix puso a disposición de sus más de 60 millones de abonados en todo el mundo los 14 capítulos íntegros de la nueva temporada este mismo jueves.
La serie se estrena más consolidada que nunca, después de haber ganado dos premios SAG de los sindicatos de actores y tres Emmy. La vida de sus actrices también cambió mucho desde que debutó hace dos años, en especial la de Laverna Cox, que se convirtió en la embajadora en Hollywood de las personas transgénero.
Cox se pone en la piel de una presa transexual que intenta afianzar desde la cárcel la relación con su hijo, un papel que marca un precedente en la pequeña pantalla y que la catapult+o a la fama. “Mucha gente me ha dicho que este personaje les salvó la vida, que les inspiró a cambiar de sexo e incluso a no suicidarse”, explicó la artista en un reciente encuentro con periodistas en Los Ángeles.
El éxito de ‘Orange Is The New Black’ reside para Cox en la capacidad de contar historias “que conecten con la gente a nivel humano”. Y las historias que expone la serie “son muy emocionantes y los personajes también”, señaló. “Además, me di cuenta de que cuanto más concreto eres contando una historia, más universal puedes ser” y esta serie “está rompiendo fronteras”.
El programa saca a relucir los problemas que sufren las mujeres presas en Estados Unidos, pero también los problemas sociales que viven las minorías en el país, en especial las latinas.