La opción de elegir el orden de los apellidos de los hijos al momento de la inscripción en el Registro Civil es parte del Proyecto de Ley de Servicio Nacional de Gestión de Identidad y Datos Civiles. Foto: Archivo.
La posibilidad de que los padres puedan elegir el orden de los apellidos que llevarán sus hijos es apoyado por algunos usuarios, consultados en la sucursal del Registro Civil de la Av. Naciones Unidas, norte de Quito. Este Diario entrevistó a cuatro personas (tres mujeres y un hombre) y todos estuvieron de acuerdo con este proyecto que pasará a segundo debate en la Asamblea Nacional.
La opción de elegir el orden de los apellidos al momento de la inscripción en el Registro Civil es parte del Proyecto de Ley de Servicio Nacional de Gestión de Identidad y Datos Civiles. El informe está listo para el segundo debate.
Todos los entrevistados aseguran que así se hará justicia al sacrificio de la madre. Es más, acotan que se trata de un avance hacia la igualdad de derechos.
A Esperanza Sarango le parece excelente que los hijos lleven el apellido de la madre, sin menospreciar todas las cualidades y los derechos del padre.
Menciona que siempre le ha parecido machista la idea de obligar a que los hijos lleven como primer apellido el del padre. “La madre tiene el trabajo más grande y arduo para los hijos y hay que hacerle justicia”.
Carla Carrera tiene la misma opinión y agrega que “a veces los padres no son ciento por ciento responsables con sus hijos y nosotros como madres asumimos el rol de padres y madres a la vez, y me parece justo que los hijos lleven como primer apellido el nuestro”.
Katerina Herrera agrega que de concretarse esa posibilidad se permitiría que el apellido de la mujer no se pierda con el pasar de las generaciones. Además, acota, habrá la posibilidad de elegir el apellido en caso de que no le guste el del padre.
Henry Lascano también menciona que sería una buena opción conversar entre la pareja y determinar cuál de los dos apellidos va primero para los hijos. Incluso, cree que si no hay un acuerdo se podría hacer un sorteo y ver cual queda, porque no debería prevalecer solo el apellido del padre. Es más, aclara Lascano, ese cambio seria un homenaje a la entrega y el trabajo sacrificado que lleva adelante la mujer.
Dentro de este proyecto también se contempla quitar ciertos elementos de la cédula de identidad. Por ejemplo, el tema de la instrucción académica, la profesión o el nombre de los padres. Este cuerpo legal deberá pasar el segundo debate en el Pleno y luego ir a manos del Ejecutivo para su revisión correspondiente.