El aumento de captura y comercio ilegales de langostas, camarones, manatíes y otras especies en Cuba llevaron a las autoridades a lanzar operaciones con fuerzas navales, terrestres y medios aéreos contra esos delitos. En 2013 “se reportaron” 2 959 casos de ese perfil, 972 más que en el 2012, incluyendo depredación comercial, que está amenazando la fauna marítima en este archipiélago del mar Caribe con una longitud de costas de 3 209 km al norte y 2 537 al sur, más de 4 000 isletas o cayos, y dos islas.
Según datos publicados por la prensa local, también la flora, especialmente los árboles, son el objetivo de las “ilegalidades” que consisten en la tala para vender su madera en el mercado.
La más reciente denuncia indica que dos víctimas de la depredación marítima son la polimita picta, un sabroso molusco cubierto con un caparazón o concha, y el manatí, mamífero que, se dice, alimentó la leyenda de las sirenas al amamantar sus crías en el fondo de los mares. Ambos animales están en extinción.
El molusco es utilizado por los contrabandistas para venderlo como comida y además para hacer collares con su cubierta, que se vende bien entre los turistas. El manatí “ofrece” una carne más sabrosa y nutritiva que la del cerdo. Pero “frutos del mar” como la langosta y los camarones son los predilectos de los “pescadores furtivos”.
El incremento sistemático de esa práctica sobre la cual en 2011 solo se reportaron 996 operativos en total, se debe, “en gran medida, a esa alta demanda en el llamado mercado informal, según reconoció la teniente coronel Imandra Oceguera Coll, de la Jefatura de Tropas Guarda fronteras.
Por otra parte, las estadísticas divulgadas reflejan que durante el año pasado se decomisaron 1 696 embarcaciones y se incautaron 160,8 kilómetros de artes de pesca masiva, junto con cientos de kilogramos de varias especies marinas y terrestres, entre ellas carne de cocodrilo y quelonios. También se decomisaron miles de kilogramos de pescado.