En el patio del Museo de la Medicina debía colocarse la obra de Shinique Smith. Foto: Giovanni Astudillo/EL COMERCIO
El patio del Museo de la Medicina de Cuenca luce vacío. Allí, los organizadores de la Bienal de Cuenca tenían previsto montar la obra de la artista estadounidense Shinique Smith.
Es una instalación que no ha podido ser desaduanizada. Fue la última en ser transportada al Ecuador y no fue enviada a través de la empresa Global que fue contratada para esta labor, señala el director de la Bienal, Cristóbal Zapata.
Según él, hay problemas en los trámites aduaneros. Hubo demoras en el embarque porque “en un momento la artista perdió contacto con la Bienal”. En ese mismo museo se exhiben las obras de la francesa Kader Attia y del mexicano Rafael Lozano-Hemmer.
En un artículo de opinión publicado el 8 de este mes, en EL COMERCIO, Alexandra Kennedy escribió que “ante una Bienal tan espléndida, es desafortunado que esta institución municipal no haya logrado resolver en 30 años de operación, aspectos administrativo-logísticos claves como la apertura de las instituciones en fines de semana”.Los inconvenientes se han registrado los fines de semana en sedes como el Museo de la Medicina, Federación Obrera Artesanal del Azuay y Sala Proceso de la Casa de la Cultura.
Zapata asegura que se presentaron durante el primer fin de semana de la exposición, que empezó el 25 de noviembre. “Lamentablemente, no pudimos tener abierto todo porque hay problemas históricos, que se deberán tomar medidas en el futuro”.
La atención al público en la Sala Proceso solo se cumple de lunes a viernes. Zapata asegura que no han podido llegar a un acuerdo.
En el caso de la Federación Artesanal Obrera de Azuay, el último inconveniente se presentó el domingo 11 de este mes. Eran las 11:15 y aún no estaba abierto. El horario para ese día anunciado en el folleto de la Bienal es de 10:00 a 14:00.
Esa sede es importante porque allí está la instalación site-specific, Movimiento GRSB. Sede social para el libre esparcimiento, del ecuatoriano Oswaldo Terreros, que logró el premio ‘El Guaraguao’, en esta edición de la Bienal. Zapata asegura llegaron a un acuerdo.
Él espera que esta edición sea visitada por el doble de personas, que en la ocasión anterior. Esa época se calculó 30 000 asistentes a las sedes de este certamen cultural.
Amás de la difusión en diferentes plataformas y la programación de visitas de los planteles educativos, la expectativa de Zapata para cumplir esa meta de público, está centrada en la calidad de la muestra porque a más del recurso discursivo de ediciones anteriores, “tiene una dimensión sensorial, emocional, participativa, interactiva…”.