La Ñusta Andina promoverá la interculturalidad del pueblo indígena

La familia de Jenny Guillín (centro) conforma el equipo que la acompaña en sus labores. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La familia de Jenny Guillín (centro) conforma el equipo que la acompaña en sus labores. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La familia de Jenny Guillín (centro) conforma el equipo que la acompaña en sus labores. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La agenda de Jenny Guillín es apretada. Las invitaciones y las reuniones de trabajo siempre están a la orden del día. A sus 19 años, fue elegida como Ñusta Andina del Ecuador, la primera reina indígena en el país.

Desde mayo pasado, cuando recibió la corona, sus prioridades cambiaron. Guillín dejó sus estudios de Economía en la Universidad Nacional de Chimborazo para promover la interculturalidad, la no discriminación racial y para visibilizar a las mujeres de los 12 pueblos y nacionalidades indígenas del país. 

Durante su año de reinado realizará varias actividades para difundir las prácticas culturales de los pueblos indígenas como encuentros de danza autóctona, música, diseño y moda indígena. “Haremos todo para unir a los pueblos y revalorizar nuestras costumbres”, cuenta.

Su casa (sur de Riobamba) se convirtió en centro de operaciones desde donde su equipo, integrado por sus familiares, coordina todas las actividades previstas y su agenda diaria. 

“Todos estamos orgullosos de que nuestra Jenny represente a las mujeres indígenas del país. Ella brilló en el escenario, se destacó por su soltura al hablar y por su inteligencia”, opina su tío David Guillín.

En su casa sus familiares sabían que estaba destinada a ocupar un cargo importante, pero para ella convertirse en la primera Ñusta Andina del país no estaba en sus planes. Antes de ser reina, se dedicaba a animar programas culturales, era presentadora de TV y radio. Esos talentos los heredó de su padre Manuel Guillín. “Crecí rodeada de arte. Mi padre era locutor de radio y animador de festivales, mis tíos son músicos y artesanos. Aprendí desde pequeña el valor de lo propio”, afirma Jenny.

Sus conocimientos sobre arte indígena le inspiraron para planificar las primeras actividades de su calendario. El encuentro de moda indígena, que espera congregar a los diseñadores más reconocidos del país, será en Quito el mes próximo.

El objetivo es motivar a los jóvenes indígenas a vestir con orgullo sus prendas originarias. “El hecho de vestir nuestra ropa autóctona no significa que debamos estar fuera de moda. Mostraremos que la identidad y el glamour son compatibles”, afirma la joven.

Pero las actividades que se destacan en su calendario son las internacionales. Jenny viajará en noviembre a EE.UU. en representación de las culturas indígenas del país. Allí actuará en varios desfiles de modas en los que mostrará los trajes originarios de todas las culturas indígenas del Ecuador. Además, en el 2016 concursará en el certamen Miss Américas y Miss Ecuador.

La preparación para esos eventos será ardua y se iniciará en unas semanas. Jenny contará con el apoyo de un asesor de imagen y tomará cursos de modelaje. “Nunca las mujeres indígenas han participado en concursos de belleza y eso también es racismo. Queremos que se nos visibilice también en esos espacios”, dice.

Inti Daquilema, de la Organización Ñusta Andina, empata con ese criterio: “Las mujeres de nuestra cultura tienen belleza física, inteligencia, postura… pero en las elecciones de reinas nos ponían obstáculos disfrazados de requisitos y no nos tomaban en cuenta. Nos sentíamos discriminados”.

Pero Jenny aclara que la representación de la belleza física no es su único objetivo. Según la cosmovisión andina, la Ñusta no es el equivalente de una reina por su belleza, sino por su liderazgo.

Por eso, en su agenda también constan actividades y reuniones con las organizaciones sociales y en las instituciones públicas. “Sus funciones no se limitan a actividades benéficas, entrega de regalos, entre otras actividades típicas de las reinas. Jenny deberá velar por el bienestar de su pueblo, estar al tanto de las políticas públicas y procurar que nuestros derechos sean respetados”, afirma Daquilema.

Con estas actividades se ha trazado la agenda de la primera Ñusta Andina del Ecuador.

Suplementos digitales