Desde el sector de San Bartolo se observaba a lo lejos en la mañana del 13 de agosto de 2014, los restos de la nube de polvo que se produjo a causa de los temblores. Foto: Andrés Jaramillo/ EL COMERCIO
Desde las partes altas del sur de Quito se podía ver todavía una capa de polvo en el horizonte la mañana de este 13 de agosto del 2014. Era lo que quedaba de la nube que se formó ayer (12 de agosto de 2014), tras los movimientos telúricos que soportó la capital de los ecuatorianos.
Pero de a apoco fue disipándose y hasta el medio día ya casi era imperceptible a simple vista. En un principio se hizo una alerta pública por posibles sinusitis, rinitis y otros males relacionados con el sistema respiratorio.
Según la Secretaría de Ambiente del Municipio, cerca de las 17:00 de ayer se registró el pico más alto de material particulado en el aire, de los últimos dos años.
En Carapungo alcanzó 880 pg/m3, por efecto de los deslizamientos en las laderas de Oyacoto, Corras Pomasqui, Calderón y San Antonio de Pichincha.
Pero alrededor de las 21:30, los niveles de concentración volvieron a los normales. Tras la emergencia que provocaron los movimientos telúricos, la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito se activó y anunció la publicación de sus evaluaciones, mientras dure la alerta.
Ayer la nube de polvo llegó incluso al Panecillo y en el sur de Quito los pobladores también informaron a través de redes sociales sobre su presencia.
Si llegaran a producirse una nueva nube, las personas deben usar mascarillas o un pañuelo húmedo en el rostro, para filtrar las partículas del polvo.