La doctora Ximena Gallegos, del Hospital Metropolitano, responde las dudas de los lectores de EL COMERCIO sobre las cicatrices.
¿Qué son las cicatrices?
La palabra cicatriz deriva del griego ‘eskhara’ que significa costra. Las cicatrices son consecuencia del proceso de reparación de las heridas de la piel que tienen una alteración permanente de su aspecto y su textura como consecuencia de la aparición de tejido fibrilar de reposición, es decir, que son la forma que tiene la piel de “repararse” después de sufrir una herida.
¿Cuántos tipos de cicatrices hay?
Las clasificaciones son muy variadas. Pueden ser finas o atróficas, es decir se encuentran algo más profundo que la superficie de la piel. Se generan tras la destrucción del colágeno dérmico. Un ejemplo de cicatrices atróficas son las producidas tras un proceso inflamatorio como el acné o la varicela. Las estrías se pueden clasificar dentro de las cicatrices atróficas, pues en ellas existe también una destrucción del tejido dérmico.
Pueden ser grandes e hipertróficas, es decir, elevadas sobre el nivel de la superficie de la piel.
Pueden ser anchas, especialmente cuando se realiza un corte de gran cantidad de piel y la unión de los bordes es difícil porque se produce mucha tensión para lograr esa reparación. De igual forma, cuando algún unto de sutura de alguna herida o corte se retiran muy temprano, antes de que la reparación de la piel sea total, la cicatriz puede ensancharse.
Pueden ser como los queloides, que son cicatrices más grandes del tamaño de la herida inicial; son firmes, duras y suelen provocar comezón. Suelen ser mucho más grandes que la herida y, si le las intenta cortar, crecen aún más en una forma exagerada.
Las cicatrices pueden ser lisas o rugosas, firmes o de consistencia blanda. Hay cicatrices hiperpigmentadas, fruto de un mayor grado de melanogénesis vinculado al proceso inflamatorio de reparación. Es un tipo de cicatriz más frecuente en los fototipos oscuros y ocurre cuando la cicatriz es básicamente superficial.
¿Existe tratamiento para evitar que queden cicatrices?
El tratamiento depende de la causa, la localización, las líneas de tensión de la piel y el tipo de cicatriz.
Se puede utilizar presión u oclusión con geles o láminas de silicona sobre una herida después de cicatrizada, para evitar que esta se agrande o eleve. Además se pueden inyectar corticoesteroides dentro de la cicatriz para evitar un exceso de colágeno que forme una cicatriz gruesa; este tratamiento debe aplicarse cada 4 a 6 semanas. También se puede aplicar crioterapia con spray de nitrógeno líquido lo cual produce aplanamiento del tejido hipertrófico. Todos estos métodos solo podrán ser aplicados por un médico experimentado.
En caso de cicatrices atróficas, deprimidas o hundidas, se puede aplicar materiales de relleno intradérmico, en el interior de la cicatriz para devolver el volumen del área afectada. Para este tratamiento lo mejor es utilizar ácido hialurónico , material biocompatible. Pero también se puede utilizar la inyección de fibroblastos autólogos o de grasa antóloga. El peeling químico también puede servir para renovar la epidermis con un ordenamiento mayor del depósito de colágeno con un mejor aspecto de la cicatriz. Se ha descrito aplicación de tretinoína para mejorar la textura de la cicatriz y la coloración además, se ha visto eficacia de imiquimod tópico sobre los queloides.
Para las cicatrices de acné, atróficas o hundidas se puede utilizar una técnica llamada subcisión que consiste en liberar el tejido dérmico debajo de la cicatriz para que se pueda llenar de nuevo colágeno y se puede acompañar de microinjertos dérmicos o relleno con ácido hialurónico. La dermoabrasión es otro tratamiento que tiene muy buenos resultados, remodelando la dermis y la epidermis.
Actualmente la técnica más utilizada para la renovación cutánea de las cicatrices es la aplicación de láser de varios tipos ablativos, no ablativos y finalmente el láser fraccional, que tiene menor tiempo de cicatrización y resultados muy favorables. Dependiendo del caso se pueden utilizar terapias combinadas para mejorar las cicatrices con mayor efectividad.
¿Cómo se puede evitar que la piel quede con una mancha gruesa?
Se debe evitar exposición solar de una cicatriz para evitar pigmentación de esta. No se debe manipular la herida para que la inflamación ceda sin producir pigmentaciones no deseadas. Tampoco se debe lastimar o retirar las costras en forma prematura, lo cual alargaría el proceso de la cicatrización. La piel más oscura debe evitar mucho más la exposición solar y la manipulación que la piel clara, porque tiene mayor cantidad de melanina que es el pigmento que produce el color y las manchas en la piel.
Después de un tratamiento, ¿cuáles son los cuidados que se debe tener con las cicatrices?
Hay que esperar que los bordes de la herida estén completamente juntos y cicatrizados para poder retirar los puntos de sutura.
No se debe rascar o lastimar una herida ni retirar costras formadas por una herida en forma prematura antes de que haya una cicatrización completa y la costra se desprenda por si sola. Si esta costra es manipulada, con seguridad esto va a alterar la textura de la cicatriz final dejándola rugosa, atrófica o pigmentada, o sea, con manchas oscuras.
También hay que evitar la exposición solar que podría pigmentar o manchar la cicatriz
Se recomienda evitar la manipulación de los ‘granitos’ o ‘espinillas’ porque, al presionar o aplastar estas lesiones, podríamos alterar las capas profundas de la piel ocasionando cicatrices.
Se deben aplicar cremas antibióticas y cicatrizantes después de una herida para evitar infecciones que podrían alterar la cicatrización .
Mantener una limpieza e higiene adecuadas para evitar infecciones que podrían alterar la cicatrización es otra de las recomendaciones, a las que se agrega la de evitar la exposición de las heridas a polvo o contacto con materiales externos que puedan provocar cambios en la cicatrización.
Finalmente, el paciente debe mantener una alimentación adecuada, con uso de vitamina c y proteínas para acelerar la recuperación.
Y siempre hay que evitar automedicarse o aplicarse tratamientos no indicados por el médico.