Proyecto salesiano ha rescatado 2 300 menores de las calles

El programa GOLA. S.O funciona en el centro Mi Patio, ubicado al sur de la ciudad. Foto: Cortesía Fundación Proyecto Salesiano

El programa GOLA. S.O funciona en el centro Mi Patio, ubicado al sur de la ciudad. Foto: Cortesía Fundación Proyecto Salesiano

El objetivo de la Fundación Proyecto Salesiano Chicos de la Calle zona norte es lograr que toda la población en riesgo este inmersa en el sistema escolar para poder obtener mejores oportunidades en el futuro. Foto: Cortesía Fundación Proyecto Salesiano

Hoy, 12 de junio, como parte del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, la oficina de las Naciones Unidas hizo un llamado a la población mundial a emprender acciones “para llegar a los niños que se encuentran en situación de trabajo infantil”. Ese es uno de los objetivos que persigue la Fundación Proyecto Salesiano Chicos de la Calle, zona norte, que ha rescatado a 2 300 menores en situación de riesgo de las calles.

Freddy Ruíz, técnico del Proyecto Salesiano chicos de la calle, cree que “el tema del trabajo infantil es algo que se ha visto toda la vida”. Para combatirlo, esta entidad inició en el año 1992 acciones de confianza con el Municipio de Quito lo que llevó al nacimiento del proyecto Acción Guambras.

En Acción Guambras participan los denominados ‘educadores de calle’. Su función es acompañar y atender a los niños y a sus familias en distintos sectores comprendidos desde Pisulí (norte de Quito) hasta Chillogallo (sur). Los educadores trabajan directamente en lugares previamente determinados donde identifican “bastante población que vive en la situación de trabajo infantil”, asegura Ruíz.

Los sectores en los que más se puede evidenciar esta problemática social, explica el técnico son: Iñaquito, la av. Amazonas, la Mariscal, la Marín y Solanda. El trabajo de los educadores de calle es monitorear los sectores y hacer un primer abordaje- donde se hace un acercamiento para obtener la confianza de los niños-.

El tiempo aproximado de esta primera evaluación está comprendido entre uno y tres meses. La razón es que “muchas veces la población de trabajo infantil es población migrante que viene por temporadas altas en vacaciones, fin de año y navidad”, afirma Ruíz. Esto hace que el trabajo de los educadores de calle sea más complejo, pues cientos de niños están en Quito durante 15 días o un mes y luego “desaparecen”.

La propuesta de ingreso de los distintos niños es presentada por estos educadores de calle luego del monitoreo. Estos niños entran a formar parte de un sistema de atención integral. En el que reciben además de un acompañamiento, seguimientos escolares y familiares para asegurar su bienestar. También se hacen talleres de formación de derechos- tanto a niños como a padres de familia-.

Una vez que los niños entran a formar parte del sistema de atención también adquieren acceso a comedores escolares, servicios de salud, atención psicológica, servicios de trabajo social y atenciones emergentes. Antes de iniciar el año lectivo se les entrega un kit escolar. A cambio, deben participar en las actividades educativas y pastorales.

Actualmente la Fundación Proyecto Salesiano Chicos de la Calle zona norte se encuentra en cinco ciudades: Ambato, San Lorenzo, Esmeraldas, Santo Domingo y Quito. En la capital se han desarrollado seis programas: La Unidad Educativa San Patricio (UESPA), los talleres escuela San Patricio (TESPA), Centro de Acogimiento Temporal ‘Mi Caleta’, el programa Acción Guambras , el programa GOLA.SO, localizado en el sur de la ciudad y un programa de finanzas para ayudar a las familias de los menores.

De forma un poco más indirecta, el programa GOLA.S.O también está enfocado en los jóvenes trabajadores. Según explica el sitio web de la fundación la finalidad de este es “ofrecer el buen aprovechamiento del tiempo libre a través de la práctica deportiva”. En esta sede también se ofrecen programas de refuerzo escolar.

El programa GOLA. S.O funciona en el centro Mi Patio, ubicado al sur de la ciudad. Foto: Cortesía Fundación Proyecto Salesiano

Todas las sedes del proyecto se sostienen económicamente por medio de la autogestión. Además reciben apoyo de instituciones locales como el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Unicef y otras. Algunos trabajadores de la entidad son voluntarios como es el caso del inglés Will Brown quien y ha trabajado en el Centro de Acogimiento Temporal ‘Mi Caleta’ por cinco meses.

Brown asegura que durante su tiempo en el centro ha experimentado “muchas cosas nuevas con los chicos, porque tiene problemas y han experimentado cosas que son muy diferentes”. Para él la experiencia de trabajar con los niños ha sido muy gratificante, pese a las dificultades que le han significado entender la situación y saber cómo ayudarles.

Ruíz explica que el objetivo principal de este proyecto salesiano es que “toda la población esté inmersa en el medio escolar”. Acción Guambras también tiene una propuesta educativa que busca que los niños y adolescentes en situación de riesgo mejoren, mediante la educación, su condición de vida.

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