La ESA lanza su prototipo para ensayar el reingreso en la atmósfera

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un prototipo de nave espacial, que pueda volver a la Tierra de forma autónoma, desde el puerto espacial de Kurú. Foto: AFP

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un prototipo de nave espacial, que pueda volver a la Tierra de forma autónoma, desde el puerto espacial de Kurú. Foto: AFP

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un prototipo de nave espacial, que pueda volver a la Tierra de forma autónoma, desde el puerto espacial de Kurú. Foto: AFP

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó hoy (11 de febrero de 2015) un prototipo de nave espacial con el que se prueba la tecnología desarrollada por Europa para contar en un futuro con un vehículo capaz de volver a la Tierra de forma autónoma y de aterrizar limpiamente.

El lanzamiento del bautizado como Vehículo Experimental Intermedio (IXV) tuvo lugar a las 13:40 GMT desde el puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, a bordo de un cohete Vega, el más pequeño de los operados por el consorcio aeroespacial Arianespace.

El despegue se produjo dentro de la horquilla de tiempo prevista pero 40 minutos después de la hora programada inicial, debido a un problema de transmisión entre la lanzadera y la estación de telemetría, ubicada también en Kurú.

La misión terminará a los 100 minutos con el amerizaje de la nave en el Océano Pacífico, tras haberse elevado a unos 420 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y haber entrado en contacto con la atmósfera a 27 000 kilómetros por hora, equivalentes a los que tendría una nave que regresase de una misión en órbita baja.

"Son 100 minutos para entrar en el futuro", indicó hoy desde Kurú el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, para quien con esta estructura se combina la simplicidad de las cápsulas con la mayor capacidad de maniobra y control de vehículos con alas como los transbordadores estadounidenses.

La nave, de dos toneladas de peso, cinco metros de largo, 2,2 de ancho y 1,5 de alto, está dotada de 300 sensores que almacenarán datos de presión, temperatura y otros parámetros que servirán para mejorar posteriores modelos.

La ESA podía hasta ahora poner naves en órbita, acercarlas al Sol y hacerlas aterrizar en objetos muy distantes en el Sistema Solar, pero aprender a regresar a la Tierra de forma autónoma y aterrizar con control es un reto para la astronomía europea que esta misión contribuye a abordar.

Su puesta en órbita supone un paso importante también para el programa Vega, financiado por Italia, Francia, España, Bélgica, Holanda, Suiza y Suecia, y que con el de hoy realiza su cuarto lanzamiento desde el centro espacial de la Guayana.

"Vega ya no es un bebé pero tampoco un adulto. Está en ese periodo de transición entre ser un bebé brillante y un adulto sólido", apuntó Dordain, que quiso dejar claro que "ningún lanzamiento se da por hecho, porque cada uno requiere mucho trabajo, experiencia y dedicación".

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