Dentro de los recintos del Zoológico de Guayllabamba, dos cachorros de jaguar de apenas 40 días de nacidos corretean, saltan, rasguñan los troncos, se trepan a los árboles y muerden las plantas. El 22 de septiembre Tiara, una hembra jaguar de tres años que nació en cautiverio en el Zoológcio Rancho Fátima en Macas, trajo al mundo una pareja de pequeños jaguares.
Durante seis semanas permanecieron aislados de los visitantes de dicho centro, pues “se quiso respetar un tiempo prudencial de cuarentena para evitar una situación de estrés tanto a la madre como a sus crías, durante las cinco primeras semanas después del alumbramiento”, explica Juan Manuel Carrión, director del Zoológico.
Por su parte el jefe de veterinarios del Zoológico capitalino, Pablo Arias, comentó que ambos cachorros y su madre gozan de excelente estado de salud.
No tienen nombre ni se sabe si son macho o hembra. Los veterinarios no han podido manipular a las crías para determinar su sexo.
Por el momento, Felipe -de 20 años y padre de los dos cachorros- se encuentra en otro recinto alejado de Tiara y sus crías, porque éste podría atacar a los recién nacidos. Se lo enviará al área de tránsito y en seis o siete meses -una vez decidido sobre el destino próximo de los cachorros- podrá volver al hogar que reinó durante 18 años dentro del Zoológico.
Pensar en la liberación de los pequeños es muy difícil. Para poder desenvolverse en la naturaleza, los felinos necesitan aprender de sus padres el arte de cazar o de ocultarse entre la vegetación de los bosques tropicales.
Es así que el Zoológico, tras consultar con el Ministerio del Ambiente de Ecuador, decidirá el nuevo paradero de los dos hermanos: estos podrían mantenerse para el programa de educación ambiental o pasar a formar parte de algún programa de manejo reproductivo de la especie, en cooperación con otros zoológicos del país o del extranjero.
Carrión comenta que en Argentina existe un proyecto de crianza y reproducción de jaguares para mantener a la especie que se encuentra casi extinta en este país.
“Este nacimiento nos demuestra que es posible la reproducción en cautiverio, para eventualmente realizar un programa de repoblación. Sin embargo estos proyectos son altamente costosos”, dice Carrión.
El jaguar es el felino más grande de América y el único sobreviviente del gen Panthera que se encuentra en el Nuevo Mundo. Actualmente están dentro de la categoría de casi amenazado, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Sin embargo en países como El Salvador o Uruguay se encuentran extintos. La deforestación,la cacería y el tráfico de sus pieles son las principales amenazas del jaguar.
Una vez decidido el nuevo hogar de los cachorros Tiaria y Felipe se volverán a juntar en su recinto, no se sabe si volverán a reproducirse.