La agrupación italiana La Pifarescha se presentó en el iglesia de San Marcos como parte del Festival Internacional de Música Sacra. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El ingreso a la iglesia de San Marcos de por sí se convierte en un pasadizo temporal a través de la calle Junín, flanqueada por casas de estilo colonial, republicano y neoclásico que se conservan como evidencia histórica de la actual capital. Al final de la angosta vía, el templo del siglo XVI se convirtió en el escenario de una historia musical igualmente antigua pero de orígenes geográficos distintos.
La noche del 21 de marzo, en el segundo día de una nueva edición del Festival Internacional de Música Sacra, la agrupación italiana La Pifarescha ofreció un inédito recital en el templo quiteño. Grandes proezas y dramáticas tragedias fueron evocadas a lo largo de un repertorio titulado De guerra y de paz, que incluyó una selección de piezas que abarcaron un periodo de cuatro centurias, desde el siglo XIV.
Concebida originalmente como un ensamble de alta capilla, La Pifarescha incorpora una diversa selección de instrumentos de viento y percusión como las chirimías, flautas de pico, cornamusas, sacabuches, buisine y tamboriles.
Un ensamble popular en la Edad Media y el Renacimiento a los que también se han integrado otros instrumentos como teclados, cuerdas y voces. Una composición que imprime un sonido muy particular que surge a partir de una completa investigación sobre el entorno histórico, artístico y social en el que se desenvolvían los músicos del Renacimiento y el Barroco.
Como las partituras de aquellas obras que hablan del pasado colonial del Ecuador y América, los sonidos de La Pifarescha transportaron al espectador al pasado de una Europa medieval y renacentista. Instalados frente al altar mayor y frente a un público que llenó por completo el templo católico, el repertorio del ensamble italiano incluyó piezas como la melancólica O partita crudele, la espléndida Pavane Mille regretz o la épica Missa La bataille.
Así, el ensamble ha rescatado piezas musicales históricas que volvieron a florecer con todo el colorido y la textura que ofrecen antiguos instrumentos tradicionales. Una experiencia que marcará un punto de referencia para valorar y apreciar de mejor manera las nuevas propuestas musicales contemporáneas.