Imagen de la izquierda: Lámina del Chimborazo, según las anotaciones de Alexander Von Humboldt, en los siglos XVIII y XIX. Las piezas eran parte de la colección de los esposos Weilbauer. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con un guión museográfico actualizado, que incluye una nueva selección de piezas, una sala táctil para personas con discapacidad visual y una tiestoteca: una sala-taller que difunde
el arte precolombino a través del estudio de fragmentos de piezas, se reinaugura el 7 de abril, a las 19:00, el Museo Weilbauer.
El museo, que funciona desde hace años en el cuarto piso del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), cuenta con 5 000 piezas de culturas precolombinas, producto de la donación de la colección que armaron los esposos Weilbauer, una pareja de alemanes que vivió en el país.
A este fondo se suman las piezas que se obtuvieron a través de la investigación arqueológica del padre Josefino Pedro Porras -sobre todo en la Amazonía- trabajo que contó con el
financiamiento de la PUCE.
Gaby Costa, directora del Centro Cultural, comenta que esta reinauguración también está acompañada de la apertura de una biblioteca especializada en arqueología, que cuenta con los fondos bibliográficos y fotográficos donados por el padre Porras.
Através de un recorrido por el Museo Weilbauer, que no dura más de 15 minutos, los visitantes, en su mayoría estudiantes de colegios y universidades, pueden conocer más sobre culturas precolombinas como la Valdivia, Jama-Coaque, Machalilla o Panzaleo.
Lupe Cruz, coordinadora de este espacio, comenta que en este nuevo montaje museográfico se incluyeron las piezas que más llaman la atención. Uno de los ejemplos es la ocarina antropomorfa de Guangala, que tiene en dirección a los brazos la figura de una águila arpía, en el vientre la de un jaguar y en medio de las piernas la figura de una serpiente.
Cruz denomina a la unión de estas figuras la trilogía andina, porque incluye a los tres animales más importantes del pensamiento de las culturas precolombinas. Estos animales -dice- estuvieron siempre presentes en los ritos practicados por los chamanes. “Uno de los más conocidos es el de la tzanza, en la que se cosían todos los orificios de la cabeza para que el espíritu vengador no vaya a proclamar maldiciones”.
Costa añade que para esta reinauguración se implementaron cédulas de gran formato con información de cada cultura, además de cuatro pantallas táctiles para las personas que quieran ampliar la información de un tema puntual.
Para esta nueva etapa del museo, también se ha potenciado el soporte bibliográfico. A más de la incorporación de un catálogo del museo en inglés y español ya está lista la página Web del museo, en la que se puede ahondar en las investigaciones. Para este espacio, Cruz aportó con un acervo bibliográfico de más de 50 000 libros sobre antropología, arqueologia, sociología e historia.
Otra de las novedades que tendrá listo el Museo Weilbauer, para los próximos meses, es la presentación de un libro con nuevos aportes, visiones e investigaciones sobre las culturas precolombinas.
Para Cruz, esta actualización del Museo Weilbauer es una oportunidad para que más personas visiten este espacio, un lugar para entender la vida de las culturas precolombinas, un mundo atravesado por avances tecnológicos como el uso de la pintura iridiscente.
Patrimonio
La reinauguración de este espacio ubicado en la Universidad Católica es hoy, 7 de abril, a las 19:00
Apertura
7 de abril, a las 19:00.
Lugar
Centro Cultural, PUCE; Auditorio menor del 4º piso.
Fondo
El museo cuenta con 5 000 piezas.
Horario
Lun.-viernes:09:00 a 19:00;
sábado: 10:00 a 17:00.