‘El Estado de Quito’ se exhibe en la Casa de la Fundación Teatro Sucre. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Con una serie de ‘reliquias’ creadas por su propia mano el último año y medio, el artista Luis Fernando Carrera busca cuestionar las omisiones históricas sobre los hechos y personajes olvidados de la Revolución Quiteña.
Estas reliquias, entre las que se encuentran máscaras, osamentas, cuadros, diarios, libros, mapas y piezas de guerra, son parte de ‘El Estado de Quito. La Historia Ignorada’, la muestra que se inaugura hoy, a las 19:00, en la Casa de la Fundación Teatro Sucre (Manabí entre Guayaquil y Flores).
Carrera imagina y propone una historia a través de estas piezas para hablar de personajes olvidados de la Revolución de Quito como Mariana Ontaneda, Capitana del Ejército de Mujeres Revolucionarias de San Blas y San Roque; Rosa Montúfar, gestora revolucionaria y protectora de la familia Montúfar; o José Antonio Pontón, comandante de los Negros Alzados de Esmeraldas.
“Lo que busco con esta muestra -dice Carrera- es poner en duda las narraciones oficiales sobre el período de Independencia: quiénes protagonizaron estas historias y por qué sus nombres no resuenan en la memoria de los quiteños hoy en día. Con este fin, reinterpretó la historia para destacar a algunos personajes olvidados”, sostiene el autor.
Con el objetivo de que la instalación de la obra se vea real dentro de un formato museológico, Carrera conformó la Sociedad Investigativa ROA creada en honor a la desconocida labor documental del Padre Roa, hermano de la Cofradía de la Buena Muerte. Orden de Sacerdotes Camilos que llegó a Quito, en 1794, para hacerse cargo de la Iglesia de la Compañía tras la expulsión de los Jesuitas.
Entre las reliquias que se exhiben, en esta exposición, está la máscara mortuoria del Conde Ruiz de Castilla, trabajada en yeso, que muestra todos los signos de violencia al que fue sometido durante su linchamiento.
Otra de las piezas ficcionadas es el diario de Antonia Silva, una muchacha de la época, que desapareció durante los levantamientos, en la que se narra hechos que acontecieron en Quito entre 1808 y 1812. En este documento de 60 páginas se relata una serie de eventos que se suscitaron a raíz de la caída del gobierno de la Primera Junta de 1809.
Para recordar al ejército de Guarichas dirigido por María Ontaneda, un grupo de mujeres que participó en la Batalla de El Panecillo, Carrera creó unas escarapelas de color amarillo y negro. A estas piezas se suman las medallas de reconocimiento a los vecinos de los barrios confederados de Quito por su labor patriota durante 1811 y 1812.
Carrera recuerda que muchos de los personajes que escribieron la historia de Quito durante el período de la revolución fueron carniceros aguerridos de los barrios de San Roque. Para recordarlos incluyó, en la muestra, una serie de cuchillos de diferente tamaño y forma. Para este joven artista es especial que se rinda honor a la historia de los carniceros, en este teatro, pues está ubicado en el lugar que fue conocido como Plaza de las Carnicerías a mediados del siglo XVI.
Esta muestra pretende jugar con la realidad y la ficción a partir de micronarraciones históricas; estará abierta hasta el próximo 21 de julio. El horario de atención es de lunes a sábado desde las 09:00 hasta las 17:00. El acceso al público es gratuito.