El artista y diseñador de muebles Enzo Mari expone Estructura No. 864, una pieza multicolor creada a finales de los años 60. Foto: Centro de Arte Contemporáneo (CAC)
La experimentación es uno de los primeros requisitos para el espectador que recorre las tres salas de la muestra ‘Occhio mobile’, que en aproximadamente medio centenar de obras (entre instalaciones, cuadros, esculturas y trajes de alta costura) presenta una amplia panorámica de lo que fue el arte cinético italiano durante las décadas que van desde 1950 a 1970.
Los últimos días han sido de intenso trabajo en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), donde está montada esta muestra italiana, producto de una investigación de Global Project Consulting en colaboración con Altaroma y 10 A.M. Art. Allí, bajo la dirección museográfica de Fabio Pennacchia, quien sigue la línea curatorial original de Micol Di Veroli, se ha superado uno de los grandes problemas de la exposición: mantener la diferencia entre las propuestas artísticas individuales y, al mismo tiempo, mostrarlas de tal manera que todas luzcan en conjunto como parte de un movimiento sólido, tal cual como lo fue el italiano.
En el ámbito estrictamente visual, esta exposición es una explosión de formas donde lo que importa es, literalmente hablando, la relación del espectador con respecto a la obra. A pesar de que cada pieza está fija sobre la pared o el suelo, al transitar junto a ellas, estas adquieren nuevos matices, nuevas formas, que marcan radicalmente la apreciación del cuadro o la escultura.
Por ejemplo, se encuentra Optico-Dinamico (1963), de Alberto Biasi. Esta pieza de forma cuadrangular está compuesta por líneas que se proyectan desde los bordes hacia el centro del recuadro. A primera vista parecerían estáticas, pero conforme uno se mueve de izquierda a derecha, o de arriba hacia abajo, estas líneas adquieren movimientos diversos.
Al recorrer la muestra con Pennacchia, un elemento resalta en particular: los vestidos que forman parte de la colección del diseñador italiano Fausto Sarli (Nápoles, 1927 – Roma, 2010).
Expuestos en uno de los segmentos de los pabellones del CAC, cada prenda devela cómo el arte cinético de este país y período logró traspasar las barreras de los museos y galerías y posicionarse en un mundo donde la experiencia estética se la vive en cuerpo propio.
Según Pennacchia, ‘Occhio mobile’ es, asimismo, la oportunidad para entablar el diálogo sobre las relaciones entre América Latina e Italia en materia artística. A su criterio, las piezas italianas deben a este continente la incorporación de nuevos materiales y estéticas, nunca antes conocidas en ese país hasta mediados del siglo XX.
Muestra de esto son las piezas elaboradas por el argentino Julio Le Parc, quien es uno de los creadores contemporáneos latinoamericanos que más ha desarrollado esta forma de hacer arte en la región.
‘Ojo móvil’, como se traduce al español, es, en conjunto, el espacio donde se afina la percepción óptica humana; una muestra en la que el espectador es el que anima al arte; una exposición donde lo no-convencional es la pauta para impresionar a los sentidos.‘Occhio mobile’ estará abierta hasta abril, de martes a domingo, de 09:00 a 17:30.