El primer hispano que ganó un Oscar falleció hace 25 años

Puerto Rico recuerda la muerte de hace 25 años hoy (26 de enero de 2017) de José Ferrer, primer actor hispano en ganar un premio Oscar, Tony y Globo de Oro, y conocido por su lucha contra la segregación racial en EE.UU. durante las décadas del 50 y 60 y el respeto a los latinos en el cine y el teatro.

"José Ferrer fue un genio", aseveró hoy en entrevista con EFE la periodista puertorriqueña Miluka Rivera, quien recientemente publicó una biografía del laureado actor titulada 'Un fenómeno llamado José Ferrer: Grandioso primer latino en ganar el Tony y el Oscar'.

El destaque que Rivera describe de Ferrer (1912-1992) es por las gestas personales que logró este desde joven, cuando a su corta edad de 16, específicamente en 1928, fue admitido a la prestigiosa Universidad de Princeton para estudiar arquitectura, pero decidió después cambiarse a estudiar actuación.

Gracias a sus conocimientos en arquitectura, José Vicente Ferrer de Otero y Cintrón, nombre verdadero del fallecido artista, ayudaba a la construcción de las escenografías de las obras de teatro en las que actuaba.

Establecido en Princeton, su pasión por el jazz lo llevó a formar el grupo musical The Pied Pipers, agregando entonces su repertorio de intereses culturales, a los que también se añadieron los de idiomas, pues hablaba cinco de ellos: español, inglés, francés, italiano y alemán.

Ferrer, quien además estudió literatura francesa en la Universidad de Columbia, inició su carrera artística en 1935 como asistente del asistente del director de escena en Broadway.

Sin embargo, su debut como actor fue ese mismo año también en Broadway con la obra 'A Slight Case of Murder' y en 1940 tuvo su primera oportunidad como protagonista, en la pieza 'La tía de Charlie', en la que hizo dos papeles, uno de ellos vestido de mujer.

"Ferrer hizo muchas cosas innovadoras y arriesgadas. Fue un actor de un calibre excepcional, y en todas las obras se robó el show", destacó Rivera, de quien en 2012 el Servicio Postal de EE.UU. inmortalizó en la serie de colección de 'Forever Stamp' de distinguidos norteamericanos.

No obstante, fue la interpretación de Ferrer como Iago en la obra 'Othello' en 1943 la que lo dio a conocer y convirtiéndose así en el primer latino que participaba en una obra de Shakespeare.

Rivera contó que para aquel momento la segregación y el racismo abundaban en Estados Unidos, lo que llevó a Ferrer a protestar ante ellos y a impulsar a la unión de actores a enmendar un reglamento rechazando que cualquier artista participara de cualquier obra que segregara a la audiencia.

"José Ferrer se desarrolla en el teatro en una época difícil y fue bien valiente en protestar por ello, y fue una persona activista porque lo llevaba en la sangre", indicó Rivera, quien también se destaca como historiadora, actriz y autora de otros cuatro libros.

"Ferrer estaba muy claro en cómo aportar a la sociedad y trataba de corregir las condiciones sociales que se vivían en aquel momento", agregó Rivera del fenecido actor, quien fue criado por padres pudientes por contar con haciendas de café en Puerto Rico.

En 1947, cuando se otorgaron por primera vez los premios de teatro Tony, Ferrer compartió los honores del Mejor Actor con Fredric March por su papel principal en la obra 'Cyrano de Bergerac', la misma producción que en 1950 le valió el Oscar, convirtiéndose en el primer actor hispano en ganarlo.

Al momento en que se anunció que Ferrer ganó el Oscar, él se encontraba trabajando en una obra de teatro en Broadway, por lo que tuvo que obtener su premio en Puerto Rico.

Y cuando Ferrer llegó a su isla natal, según relató Rivera a EFE, ofreció "declaraciones representando claramente la posición de los boricuas en esa época, como que los trataban mal, que eran ciudadanos de segunda y quería que eso cambiara".

Igualmente, en aquel momento Ferrer dijo que "que muchas veces le prohibían decir que era puertorriqueño, sino español porque tenía sangre española y que por ello se sentía ofendido, pues no le daban el reconocimiento que se merecía por ser puertorriqueño".

En 1952 Ferrer ganó su segundo Tony como Mejor Actor por 'The Shrike'. Ese mismo año también recibió el premio Tony por el Mejor Director de la temporada por su trabajo en tres obras diferentes: 'Stalag 17', 'The Fourposter' y 'The Shrike'.

Ferrer fue nominado dos veces más al Oscar por 'Juana de Arco' (1948) y 'Moulin Rouge' (1952) en la que daba vida a Henri de Toulouse-Lautrec.

Suplementos digitales