Muebles finos que nacen de viejas maderas

Esta mesa de Studio Noa contiene troncos de corte longitudinal y vidrio templado. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO.

Esta mesa de Studio Noa contiene troncos de corte longitudinal y vidrio templado. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO.

Las maderas de esta credenza de Ensamble se unieron con la técnica tabuas. Foto: Cortesía Ensamble.

El mobiliario es un reflejo de las circunstancias que vive una época. Así ha sido siempre, desde la edad de las cavernas hasta la actualidad, caracterizada por una mezcolanza de conceptos, estilos, modas y tendencias.

En este contexto, la onda ecológica y sustentable también pidió su espacio y lo está aprovechando muy bien. Lo más nuevo en esto son los muebles elaborados con maderas recicladas, rústicas, sin mucho tratamiento externo.

Estos troncos, pedazos de maderas olvidadas o tarugos de troncos delicadamente cortados se convierten en partes de mesas de centro, de comedor, credenzas, sofás, camas, explica Natasha Vivar, de Zientte by Dejavu Cumbayá.

Esta tienda oferta varios y novedosos modelos con este perfil. Son traídos de lugares tan diversos como Colombia, Tailandia, México. También hay diseños nacionales.

La madera es un recurso vivo, poseedora de una estética bella y natural que no debería ser tapada o trabajada sino resaltada, explica Sara Chiriboga, de Studio Noa.

Esta mesa de Studio Noa contiene troncos de corte longitudinal y vidrio templado. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO.

La serie Natura de este almacén cumple con esos parámetros y conceptos. Los muebles de esta línea han sido fabricados con árboles caídos por causas naturales o desechos de construcciones. Con un diseño contemporáneo se transforman en primorosos muebles que, además de ser totalmente utilitarios, otorgan un plus diferente a la decoración de los ambientes.

Estas maderas se complementan con elementos como el vidrio y varios metales.  Marfil, mascarey, ciprés, eucalipto y colorado son los más ideales por su tamaño y grosor, según Chiriboga.

En esta onda también navega Ensamble, un taller ecuatoriano conformado por cuatro jóvenes arquitectos que trabajan de consumo con expertos artesanos, que ponen su toque de perfección a los diseños de los profesionales.

La fabricación del mueble, afirma María Soledad Salazar, empieza con una búsqueda minuciosa de las piezas para luego clasificarlas prolijamente por tonos, texturas y densidades.

Más tarde son ensambladas en su taller de El Pinar Bajo con varias técnicas: alistonados sólidos, con los que se obtienen tableros de gran formato y variados espesores; y tabuas, cuyas superficies muestran la textura, tonalidades, grados de lisura y la belleza natural de las vetas.

Las maderas preferidas son chonta-caspi, chanul, caoba...

Suplementos digitales