Una de las escenas de la película Alien vs. Depredador cobró vida en las manos creativas de Jacobo Palacios y sus amigos del barrio. Foto: Elena Paucar / EL COMERCIO
El terror saltó de la pantalla gigante y aterrizó en la 14 y Capitán Nájera. Una de las escenas de la película Alien vs. Depredador cobró vida en las manos creativas de Jacobo Palacios y sus amigos del barrio. Y sí que los hicieron con altura.
Los muñecos, con enormes fauces moldeadas en papel y puntiagudos colmillos de cartón, no causan temor en el barrio. Por el contrario, atraen a decenas de visitantes por estos días, como parte de la ruta por la tierra de los monigotes gigantes.
“La elaboración nos ha tomado casi dos meses. Lo hicimos entre cuatro personas e invertimos cerca de USD 200. Desde el 2006 comenzamos esta tradición, pero con los monigotes más pequeños”, contó Palacios.
En este año, las calles del Suburbio de Guayaquil serán la plataforma de 27 años viejos, con alturas que van desde los 3 hasta los 8 metros. El recorrido está divido en dos circuitos, ambos en el suroeste de la ciudad.
Los artesanos cuentan con la promoción de la Empresa Municipal de Turismo y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil, que la mañana de este lunes 19 de diciembre del 2016 presentó la ruta de los gigantes y una guía turística. Su presidenta, Gloria Gallardo, se fotografió en los bajos del Palacio Municipal con algunas de las réplicas que llevaron los artesanos, y que llamaron la atención de los transeúntes en la Plaza de la Administración. “Esta es una tradición que viene desde la época de la colonia”, dijo.
Jonathan Barzola llevó un muñeco verde, con hojas como brazos. En Alcedo, entre la 15 y la 16, recreó el mundo de Plantas vs. Zombies. “Siempre hacía monigotes pequeños hasta que decidí saltar al mundo de los gigantes. Los monigotes los pueden ver 24/7”.
Entre papel, cinta, resina y pinturas ha gastado cerca de USD 300. En total son seis personajes de entre 2 y 5 metros de altura.
Esta tarde se tiene previsto que los artesanos se reúnan con el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. La institución hizo una propuesta al Municipio para que desde este año se reemplace la quema de los gigantes y se busque otra opción, como la destrucción controlada de los muñecos.
Martín Cucalón, jefe de los bomberos, reconoció que estos años viejos son verdaderas obras de arte y un fuerte atractivo turístico. Pero en las quemas “hay una mezcla de alcohol, fiesta, música, peleas, explosivos, gasolina… Son incidentes que nos causan muchos problemas como bomberos”, dijo la semana anterior.
Gallardo explicó que autorización de la quema no es una competencia de la empresa municipal. Y que son los bomberos quienes darán los lineamientos para determinar qué sucederá con estos gigantes.
Barzola cree que la despedida para los gigantes debe ser controlada. “Somos una comunidad de artesanos y nos organizamos para la quema, que siempre la hacemos el 6 de enero. Lo hacemos con orden para que la gente no pase ningún percance”.
Para las visitas, la Agencia de Tránsito Municipal definió dos circuitos. El primero abarca las parroquias Febres Cordero, Urdaneta y Letamendi, e incluye a 23 artesanos. Otros cuatro son parte del circuito dos, en otras calles de las parroquias Febres Cordero y Letamendi.
La creatividad es la principal aliada de estos artesanos. Después de hacer la torre Eifel y un enorme ferrocarril, José Luis Morales ideó para este año un escenario con siete muñecos de la seria Plaza Sésamo. “Tengo todo el aporte de mi familia; son casi USD 600 de inversión. Y una ferretería nos apoyó con las pinturas”, contó este joven, que tiene 10 años de experiencia en la confección de monigotes.
La ruta de los gigantes de este año incluye a los Minions en su faceta Star Wars, DeadPool, Zootopia, Goku, incluso a los jugadores del Barcelona, los campeones del torneo nacional de fútbol.