‘Money Monster’, una bomba contra el sistema financiero

Jodie Foster pone en escena los oscuros laberintos de las finanzas

Jodie Foster pone en escena los oscuros laberintos de las finanzas

Jodie Foster pone en escena los oscuros laberintos de las finanzas. Foto: Captura

En su cuarto largometraje como directora, Jodie Foster se atreve con un tema complejo, como el del enmarañado universo bursátil de Wall Street, en el thriller financiero: ‘Money Monster’, que tras estrenarse fuera de competencia en Cannes llega a los cines del país este fin de semana.

En ‘Money Monster’, la directora adopta una premisa simple para desarrollar en la pantalla: un hombre desesperado en busca de respuestas y de justicia. Pero no se trata de otra versión de ‘John Q’, el padre de familia que secuestró un hospital buscando atención médica para su hijo, sino de Kyle Budwell (Jack O’Conell) que asalta un canal de televisión tras perder todo su dinero, y haber invertido en acciones que llegaron a valer nada.

Del otro lado está un sistema corrupto, representado por un empresario que basa su éxito en la codicia, el atajo y el engaño. Pero tampoco se trata de otro ‘Lobo de Wall Street’, sino de Walt Camby (Dominic West), el presidente de una empresa que conoce los vacíos del sistema financiero y los utiliza para su beneficio personal, a costa de la confianza de cientos de inversionistas.

En medio está Lee Gates (George Clooney), el anfitrión de un programa que se dedica a recomendar inversiones aparentemente seguras. Él es secuestrado durante una transmisión en vivo, por un hombre que encarna perfectamente una rabia contenida al saberse engañado por un sistema deshonesto, manejado por personas sin escrúpulos.

Un hombre de clase media traicionado y hundido por un sistema corrupto, que busca revancha, revela claras aproximaciones a otras obras de manual producidas por Hollywood. Pero sobre estos mismos elementos, Foster es capaz de construir una intriga que mantiene un nivel constante de tensión, en un filme de ritmo ágil y emocionante, que resulta provechoso para el entretenimiento.

Con la exigencia de seguir transmitiendo en vivo, Gates y su productora Patty Fenn (Julia Roberts) se empeñan en buscar la causa del fraude financiero para satisfacer a Budwell y salvar sus vidas.

Con un elenco que sabe proyectar credibilidad y emoción, la directora transforma un tema financiero en un drama ­humano, más real y próximo, en una película con esbozos de denuncia.

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