El diseñador André Courrèges, quien murió el jueves – 7 de enero – en París, a los 92 años, simbolizó gracias a su anticonformismo la revolución de la moda de los años 60 con sus minifaldas, sus botas blancas y su estilo futurista.
Al intuir las transformaciones de la sociedad en vísperas del revolucionario 1968, comprendió muy rápido que la mujer ya no estaba limitada al papel de esposa: manejaba automóviles y se ganaba la vida.
En lugar de tacones, el modisto francés propuso botas planas. Eso le obligó a rever las proporciones del cuerpo femenino, explicó Valérie Guillaume en su libro ‘Courrèges’ (1998).
Sombrero para agrandar la silueta, vestidos que dejan los hombros al aire, pies y pantorrillas cubiertos por botas o medias. “Al utilizar los hombros como punto de apoyo, hago despegar la ropa del resto del cuerpo”, explicaba. En este contexto aparece la minifalda.
Los nuevos roles de la mujer reflejados en la moda
Los especialistas consideran que la minifalda es obra de la diseñadora inglesa Mary Quant pero que André Courrèges le dio visibilidad al imponerla en la alta costura de París, a pesar de que escandalizó a algunas leyendas como Coco Chanel.
La idea de que la ropa femenina no funcione como un método restrictivo, sino que quien la vista se pueda mover y divertir fue una revolucionaria en la época.
Estefanía Cardona, bloggera de Lifestyle Kiki, indica que el diseñador francés también es conocido por popularizar el pantalón para el uso femenino en las pasarelas. Explica que la recepción positiva de estas prendas por las mujeres se dio porque en los 60 empezaron a ganar independencia económica, lo que les permitía tener decisión sobre lo que compraban.
Si en esas décadas la minifalda y el pantalón fueron íconos del feminismo, ahora su uso se ha normalizado, reflejando mayor tolerancia de la sociedad. En la actualidad, dice Cardona, se vive otra etapa para las mujeres, en la que ya no se lucha por libertades y derechos, sino por igualdad.
En cuanto a la moda, la bloggera quiteña asegura que la mayor oferta y perspectivas en la creación de indumentaria dan mayor libertad a las personas de escoger cómo quieren representarse. Este tema es cada vez más abierto, incluso para los hombres, quienes ya empiezan a usar prendas típicamente femeninas sin dejar de lado su masculinidad.
Otras creaciones de Courrèges
Su impacto no se notó solo desde el punto de vista estético: quiso democratizar la moda, para lo que promovió el ‘Prêt-à-porter’ (listo para llevar) y el uso de materiales menos caros que acercasen sus diseños a la mujer.
El diseñador fue, además, creador del body ‘segunda piel’, de una sola pieza, que se desliza bajo un vestido o se usa con chaquetas de vinilo, materia que este creador hace entrar en el guardarropa, sin olvidar los famosos anteojos blancos con rayas horizontales.
La otra firma inconfundible de Courrèges, que apuntó a la juventud y al futuro, es el blanco, omnipresente tanto en la ropa como en el espacio que la rodea. También los juegos geométricos en blanco y negro, con rayas anchas verticales o estampados damero.
Este ingeniero de formación, nacido el 9 de marzo de 1923, aprendió el arte de la creación de modas junto al español Cristóbal Balenciaga y concibió una estética basada en líneas puras y sobrias.