Descubren en México un perezoso gigante de fines del Pleistoceno

La nueva especie recibió el nombre científico de Xibalbaonyx oviceps, en alusión a la palabra maya Xibalba que refiere al inframundo, representado por las cuevas donde fueron hallados los restos, así como al griego onyx, por sus garras, y al latín ovum, p

La nueva especie recibió el nombre científico de Xibalbaonyx oviceps, en alusión a la palabra maya Xibalba que refiere al inframundo, representado por las cuevas donde fueron hallados los restos, así como al griego onyx, por sus garras, y al latín ovum, p

La nueva especie recibió el nombre científico de Xibalbaonyx oviceps, en alusión a la palabra maya Xibalba que refiere al inframundo, representado por las cuevas donde fueron hallados los restos, así como al griego onyx, por sus garras, y al latín ovum, pues la forma de su cráneo es similar a un huevo. Foto: http://www.inah.gob.mx

El fondo de un profundo cenote, en medio de las hoy paradisíacas playas caribeñas de México, fue la tumba de un perezoso gigante que vivió unos 10 000 años antes de la era cristiana, cuyo descubrimiento fue anunciado este miércoles 16 de agosto de 2017 por científicos mexicanos.

La nueva especie recibió el nombre científico de Xibalbaonyx oviceps, en alusión a la palabra maya Xibalba que refiere al inframundo, representado por las cuevas donde fueron hallados los restos, así como al griego onyx, por sus garras, y al latín ovum, pues la forma de su cráneo es similar a un huevo.

Los restos fueron descubiertos en 2010 por el explorador de cuevas Vicente Fito, en el cenote llamado Zapote, dentro de un área conocida como la Ruta de los Cenotes, indicó un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“El esqueleto se encuentra casi completo, distribuido entre 50 y 55 metros de profundidad, por lo que se cree que el animal cayó cuando el cenote se encontraba seco, o posiblemente con un poco de agua a mayor profundidad”, detalló el INAH.

Los cenotes son depósitos subterráneos de agua manantial, ubicados en los estados mexicanos de Yucatán y Quintana Roo (este) y en otras partes de América. El cráneo y la mandíbula del perezoso, así como nueve vértebras, tres huesos largos, tres costillas y siete garras fueron colectados en 2014, como parte de un rescate dirigido por la arqueóloga del INAH, Carmen Rojas Sandoval.

El resto del esqueleto yace aún en el cenote y se planea continuar con su colecta y estudio en 2018, informó la institución. Los restos del perezoso, bautizado como 'Pote', fueron sometidos a un tratamiento de conservación para deshidratar los huesos que duró dos años y que requirió condiciones de humedad, luz y temperatura controladas las 24 horas del día.

“Los primeros fechamientos arrojan una antigüedad de entre
10 647 y 10 305” años antes de la era cristiana, agregó el INAH. Los perezosos gigantes han sido ampliamente documentados en Sudamérica, desde donde migraron hacia Norteamérica hace nueve millones de años, aunque las rutas y relaciones evolutivas de la especie entre Norte y Sudamérica aún son poco entendidas, así como los eventuales hábitats y las barreras geográficas.

Entre Tulum y Playa del Carmen se ubican los tres sistemas de cuevas sumergidas más extensos del mundo, considerados “la meca del espeleobuceo” ya que a finales del Pleistoceno el nivel del mar era unos 60 metros menor que el actual, destacó el INAH.

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