A simple vista es un tradicional cordon blue de pollo. La papa, el queso derretido y una ensalada de rábano lo complementan. Sin embargo, el plato incluye un ingrediente casi imperceptible y que antiguamente se usaba muchos en locros y caldos: el amaranto.
Se trata de una semilla de color rojizo que tenía un rol muy importante en la dieta de las culturas prehispánicas, sobre todo en la zonas más frías en la Sierra. En la actualidad, la vigencia de este ingrediente tradicional se ha perdido, por lo que uno de los objetivos es “recuperar estos productos ancestrales”, sostiene el chef Carlos Chávez, director del área de Gastronomía en el Instituto Tecnológico Superior Los Andes de Estudios Sociales (Ilades, 222 4146).
Una forma de hacerlo es con la integración de estos productos a la dieta contemporánea. La versatilidad de este alimento le permite ser aprovechado en platos completamente distintos, como ensaladas y flanes, explica Chávez.
Su aporte nutritivo hace que pueda añadirse directamente a sopas que contengan fréjol, habas o papas. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca sus múltiples beneficios y asegura que el amaranto, al no tener gluten, es bueno para las enfermedades cardiovasculares, el dolor de estómago y la anemia.
Otro producto andino tradicional que ha revivido en la gastronomía contemporánea es el berro. Su consumo y cultivo en Ecuador es muy antiguo, especialmente en localidades como Cotacachi. En provincias como Chimborazo también se lo usaba para controlar los problemas estomacales.
Gracias a la investigación gastronómica, ahora es posible incorporar ingredientes ancestrales en innovadores platos que apuntan a una fusión de sabores, como es el caso de la ensalada de berro tropical.
El vivo color rojo de las frutillas, el amarillo del mango, el tono pálido del camarón y el verde intenso del berro dan como resultado un plato colorido y nutritivo al mismo tiempo.
El berro se caracteriza por ser muy rico en hierro. Por eso se utilizaba mucho en la dieta de las mujeres cuando se encontraban en su ciclo menstrual. Como infusión, en cambio, esta planta ayuda a aliviar problemas respiratorios, como el asma, según quienes promueven su recuperación.
El berro puede ser parte de un plato ‘gourmet’, pero también pude de un menú muy autóctono, como el locro de berro. Otra forma tradicional de preparar esta planta es añadiéndola a una salsa preparada con huevo, agua y comino. Esta preparación, combinada con papa y una carne frita previamente secada bajo el sol, es bastante consumida en las comunidades de Imbabura.
Las comidas suelen terminar con un plato dulce, sin embargo es difícil imaginar un postre elaborado con un producto como el melloco. Esta combinación es posible en la sandía a la plancha con mermelada de mellocos.
Este producto andino, tan apreciado en las comunidades indígenas y campesinas, se compone de un 85% de agua, 1% de proteínas, 14% de almidón y azúcar. Según un artículo publicado en el portal web de la FAO, este tubérculo se caracteriza principalmente por ser una fuente importante de carbohidratos y fósforo.