Casarse no debe ser sinónimo de subir de peso, afirman varios nutricionistas. Foto: Pixabay
Sí y no. Esos dos monosílabos sirven para responder a la pregunta: ¿el matrimonio engorda? Según la nutricionista Daniela Parreño, el matrimonio no es sinónimo de sobrepeso u obesidad.
Un ejemplo de ello son la pareja de esposos conformada por Gonzalo Calisto y Mónica Crespo. Calisto es un deportista de élite, mientras que Crespo se ha destacado en competencias de atletismo y ciclismo. Sus hijos siguen sus pasos.
Engorda, dice la especialista, cuando la pareja se olvida de sus buenos hábitos alimenticios o adopta las ‘malas’ conductas de su media naranja y juntos, toman decisiones como: comer fuera de casa, ingerir demasiado licor y comida poco saludable en eventos sociales, desmandarse en el consumo de postres…
Así es como la pareja, muchas veces sin darse cuenta, suma calorías hasta que finalmente escucha frases como: ¡Te asentado muy bien el matrimonio!, que por lo general reemplaza al ¡cómo has subido de peso!
Fabián Vélez, casado, coincide con la explicación de Parreño. Cuenta que él subió de peso porque tras casarse se volvió más sedentario y porque adoptó “malos hábitos alimenticios”. Cuando era soltero jugaba fútbol, salía a bailar… Tras el nacimiento de su hijo, en cambio, redujo tiempo a la práctica del deporte.
Además, cuando era soltero comía lo que le apetecía –a veces nada- y ahora, las cenas son sagradas. Eso sucede porque, según estudios, tras el matrimonio las personas seden por congraciarse con la pareja. Un ejemplo: antes solo cenaba carne, ahora cena carne con arroz.
Según una investigación realizada por Diet Chef un 72% de las personas consultadas piensan que su pareja subió de peso desde que contrajeron matrimonio y el 20% de las parejas estables aseguró que una de las claves para mantener su unión es comer juntos. Sobre este tema, la nutricionista dice que la solución para evitar el sobrepeso es ingerir alimentos bajos en grasas, racionalizar las porciones… Y que aquello, por ningún motivo, lo alejará de su pareja.
En una encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), en cambio, se les preguntó a 2 314 personas sobre la influencia de las relaciones de pareja en el peso. Como resultado, el 81% de las personas confesó que el momento que vive la pareja en una relación sí afecta su peso. El 42% reconoció que intenta llevar una dieta saludable cuando busca una pareja. El 41%, por su parte, admitió comer menos sano al estar en convivencia.
La Universidad Metodista del Sur de Dallas descubrió que mientras los recién casados eran más felices subían más de peso. Pero eso es relativo, según la especialista.
Ocurre eso porque la gente entra en un estado de confort hasta que llega alguna enfermedad, relacionada, por lo general, con el corazón. Es ahí donde recién las personas optan por mejorar su estilo de vida: comen sano, hacen ejercicio, reducen el consumo de licor…
También podría ocurrir lo contrario. Es decir que si una persona está triste también podría aumentar de peso al ingerir alimentos compulsivamente.