‘Amamantar y trabajar’, el lema de la Semana de la Lactancia Materna de este año

Esta lactancia simultánea es parte de la agenda por la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

Esta lactancia simultánea es parte de la agenda por la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

Esta lactancia simultánea es parte de la agenda por la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

El trabajo no le impidió a Karina León alimentar solo con leche materna a Scarlett, su hija de 1 año y 1 mes. “Durante su primer año solo tomó mi leche, que extraía en el trabajo. Llegué a recoger cerca de 100 onzas durante ese año”.

A más de llevar su cartera al trabajo, León adaptó una lonchera con todos los implementos necesarios. “Llevaba los succionadores, los envases esterilizados y unas bolsitas con hielo para conservarla. Lo hacía todos los días, durante la hora de almuerzo. Cuando llegaba a casa estaba lista para amantarla y dejar la leche para el día siguiente”.

El sacrificio, cuenta León, valió la pena. La mañana de este sábado 1 de agosto, la niña de melena pelirroja corría de un lado para otro en uno de los salones del hotel Continental, en el centro de Guayaquil.

Aquí se desarrolló La Gran Lactada, una actividad dirigida en Ecuador por La Vía Láctea, organización que ofrece programas educativos sobre lactancia y crianza, y que en el mundo es liderada por la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA por sus siglas en inglés).

Durante un minuto, más de 50 madres -acompañadas por sus esposos, amigos y familiares-, amamantaron a sus bebés como una forma de demostrar que la lactancia natural es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita.

Esta lactancia simultánea es parte de la agenda por la Semana Mundial de la Lactancia Materna, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que se celebra en más de 170 países del 1 al 7 de agosto de cada año.

La OMS la recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los 6 primeros meses de vida de los bebés. Luego de ese tiempo, aconseja la lactancia materna hasta los 2 años, como mínimo, complementada con otros alimentos inocuos.

Stefania Pow, promotora de lactancia y creadora de la organización La Vía Láctea en Ecuador, enfatiza los beneficios para la salud del bebé y de la madre. “Diversos estudios demuestran la superioridad de la leche materna frente a cualquier otro tipo de leche: menor incidencia de cáncer de mamas y útero en las madres que dan de lactar por mayor periodos de tiempo; menor riesgo de sufrir obesidad infantil en los niños. Ni hablar de que se trata de un fluido vivo y cambiante”.

María Verónica Córdova lo afirma. Mía, su hija de 1 año y 4 meses, nació a las 35 semanas. “Era prematura. Pero solo con mi leche se recuperó al primer mes”.

La inquieta pequeña busca la forma de escabullirse de sus brazos. Y lo logra, para salir corriendo por el salón del hotel Continental. “Nunca se ha enfermado, salvo por la fiebre que le causó la vacuna contra la gripe y el malestar cuando le salieron sus primeros dientes. Pero la leche ha sido su mejor medicina. Es una niña sana”.

Para pasar 100% tiempo con su hija, Córdova emprendió su propio negocio, D’fondant. Aprendió de su madre la elaboración de tortas y postres, estudió pastelería y ahora tiene una microempresa en la que ofrece desde cupcakes y galletas hasta servicio de catering.

‘Amamantar y trabajar: ¡Logremos que sea posible!’ es el lema planteado por WABA este año. Con ese mensaje se intenta que cada vez más mujeres logren un equilibrio entre su vida profesional y una maternidad a plenitud.

Para Pow, esto es posible a través de grupos de apoyo, que incluyen a las familias a las empresas. “La mamá que trabaja debe obtener la leche mediante extracción manual o mecánica, de tal forma que mantenga un ritmo similar a la frecuencia de alimentación del bebé, que es cada tres horas. Mientras la mamá crea en sí misma todo es posible. Aquí entra en juego la mente positiva y el repetirse constantemente ‘mi cuerpo produce todo lo que mi mente necesita’".

La especialista pone como ejemplo a grandes empresas privadas en Europa y Estados Unidos, que aplican políticas prolactancia y cuentan con sus propios lactarios. “A las madres que trabajan se les ofrece un sillón cómodo, televisión, refrigeradora para mantener la leche en óptimas condiciones y folletos con información”.

En el mundo, según datos de la OMS, menos del 40% de los lactantes menores de seis meses recibe leche materna como alimentación exclusiva. Si se cumpliera la lactancia exclusiva hasta los seis meses, y prolongada hasta los dos años de vida, se salvarían unas 800 000 vidas infantiles cada año, según el organismo.

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