En Asia del Este se acostumbró a usar mascarilla desde mucho antes de la pandemia del covid-19. Foto Pixabay
De un día al otro, debido a la pandemia, gente de todo el mundo se vio obligada a usar mascarillas y a hacerlo bien para detener el esparcimiento del coronavirus. Poco a poco, el uso de este accesorio se normalizó. Ahora es una prenda más en las tiendas de moda y armarios.
Este fenómeno no es nuevo en los países del este del Asia -como China, Corea del Sur o Japón-. “Es un tema de respeto y cortesía, no se trata de solo protegerte, sino de no contagiar al resto. En Corea del Sur, desde que son pequeños les enseñan a llevar las mascarillas para no contagiar a sus compañeritos en el jardín”, dice la coreana-ecuatoriana Sunmy Jo, experta en belleza y directora creativa del estudio Le Ali.
Esta costumbre se inició en Japón cuando la pandemia de la influenza de 1918 mató a más de 40 millones de personas alrededor del mundo. Un incendio masivo en 1923, el cual dejó mucha contaminación en el aire, y una nueva epidemia de gripe en 1934 contribuyeron al hábito de usar mascarillas en el espacio público japonés. Otras epidemias, pandemias y olas de contaminación vinieron después, reforzando el hábito en la región.
“Usan mucho las mascarillas en el invierno y en época de resfríos o cuando tienen alergia“, relata Jo. Además, es común su uso en días o temporadas en los que los indicadores de contaminación ambiental son altos.
La epidemia del Síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) ayudó a que las mascarillas sean parte de las escenas urbanas también en países como Singapur o Taiwán.
Este accesorio es tan usual en Asia que incluso la cultura pop lo ha tomado como parte del vestuario. Seguidores de países tan lejanos como Ecuador, de las bandas de pop japonés y coreano, usan mascarillas para identificarse con sus ídolos, pues es frecuente ver fotos de integrantes de bandas como BTS con tapabocas.
Por otro, “también se usan como accesorio, como algo fashion. Incluso varias marcas de diseñadores empezaron a hacer mascarillas y tapabocas con diseños y precios altos, por lo que empezaron a ser usadas como accesorio de moda. Otras personas las usan cuando no están maquilladas”, cuenta.
Esta tendencia se ha filtrado a Occidente y ha sido adoptada por cantantes como la estadounidense Billie Eilish o el reguetonero puertorriqueño Bad Bunny. Ambos han hecho de la mascarilla un complemento para sus ‘looks’ urbanos.
En una de sus últimas apariciones, en la entrega de los premios Grammy en enero de este año, Billie Eilish vistió una mascarilla con transparencia de Gucci. Mientras que Bad Bunny prefiere los barbijos negros llanos o con estampados.