Miguel Trujillo perdió la movilidad de sus piernas a los 12 años. Un auto que lo atropelló mientras jugaba en la calle con sus amigos le provocó una lesión en las vértebras 5 y 6 de su columna vertebral.
Poco a poco Trujillo dejó de caminar. Al inicio usaba un bastón y luego un caminador para poder ir a al colegio. Hasta que una mañana de 1978 se despertó sin poder mover sus extremidades inferiores.
Su familia no tuvo los recursos económicos para llevarlo a un especialista, por lo que pasó cinco años postrado en una cama, hasta que su madre pudo adquirir una silla de ruedas.
La discapacidad no le impidió perseguir sus sueños de ser deportista. Al contar con la silla de ruedas se dedicó al atletismo paralímpico. A los 18 años con la ayuda de la Fundación Mitad del Mundo, pudo viajar a los Juegos Paralímpicos de Atlanta en 1996, donde participó y alcanzó el tercer lugar en atletismo en la competencia.
[[OBJECT]]
En su viaje a Atlanta el ecuatoriano conoció que la empresa Igor Soport Cheers de esa ciudad fabricaba “las mejores” sillas de ruedas deportivas, por lo que pidió ayuda a la Fundación para estudiar Ingeniería Mecánica en esa ciudad.
En Atlanta Trujillo permaneció por lo menos dos años. Allí se convirtió en “experto en construcción” de sillas olímpicas. Además, obtuvo la suficiencia en inglés en la Universidad de Georgia Tech.
Con un financiamiento del Banco Nacional de Fomento (BNF), dirigido a personas con discapacidad, a sus 39 años Trujillo montó un taller en su casa para fabricar estos aparatos especiales de movilidad, que ayudan a personas con discapacidad a practicar deportes.
Para que el negocio funcione importa piezas desde Estados Unidos para construir este tipo de sillas. Hasta el momento ha fabricado al menos 100 para que las personas con alguna discapacidad puedan ingresar al mercado laboral.
En Ecuador a escala nacional hay 361 487 personas con capacidades especiales: 201 946 son hombres y 159 541 mujeres.
Según el registro del Conadis, Guayas es la provincia que mayor número de personas abarca, pues tiene reportadas: 80 698. En Pichincha hay 51 665.
Según el Ministerio de Relaciones Laborales 70 000 personas con capacidades diferentes están vinculadas a la actividad laboral de las 200 000 que están en edad de trabajar.
Rubén Anchalli tiene discapacidad visual, producto de un accidente de tránsito que sufrió en el sector de Santa Rosa, al sur de Quito, hace 10 años.
Permaneció en estado de coma durante tres meses. Cuando despertó estaba en una cama del Hospital del Sur pero no podía ver. Los médicos de la casa de salud le explicaron que producto de un golpe en su cerebro sus nervios ópticos se atrofiaron y que no volvería a ver nunca más.
Anchalli era comerciante de vísceras de res, pero después del accidente lo perdió todo. Pasó tres años en su hogar desempleado. Sin embargo, sus ganas de salir adelante lo llevaron a inscribirse en un curso de masajes que ofrecía la Federación Nacional de Ciegos, donde logró especializarse en este tema.
Actualmente con el apoyo de la Secretaría Técnica de Discapacidades, Trujillo es dueño del centro de masajes terapéuticos Manos con Poder, ubicado en las calles Bolívar y Venezuela, en el centro de Quito. Este negocio le ha ayudado a salir adelante junto a su familia.
Las causas de discapacidad a escala nacional son 172 600 por enfermedad adquirida; 115 647 son de origen genético o congénito y 15 473 por accidentes de tránsito. En cuanto a los problemas predominan los relacionados con la parte física (175 444) e intelectual (81 450).
Ernesto Paucar es una persona con discapacidad renal, enfermedad que la adquirió hace tres años y por la cual perdió su trabajo de contratista en acabados de construcción.
Hace seis meses decidió montar su negocio de jugos La abundancia, en el cual invirtió USD 5 000 para sacar a su esposa y dos hijos adelante. Y además pagar los gastos de hospital y hospital y sus recetas médicas. Según Roberto Jaramillo, coordinador de inclusión productiva de la Secretaría Técnica de Discapacidades, 97 son los beneficiarios de los créditos que otorga el BNF a las personas con discapacidad, que entrega créditos hasta unos USD 10 000 con 5% de interés a cinco años plazo a estas personas emprendedoras.
En contexto
La Secretaría Técnica de Discapacidades realizó un encuentro internacional de microfinanzas. La intención fue establecer nuevos lineamientos que promuevan asistencia financiera dedicada a impulsar emprendimientos de sectores con discapacidad.