La marimba quiere mostrarse en el exterior

Una treintena de músicos y bailarines forma parte de AfroMestizo Candente, que busca auspicios para comprar los pasajes aéreos y presentarse en el Summer Festival 2016.

Una treintena de músicos y bailarines forma parte de AfroMestizo Candente, que busca auspicios para comprar los pasajes aéreos y presentarse en el Summer Festival 2016.

Una treintena de músicos y bailarines forma parte de AfroMestizo Candente, que busca auspicios para comprar los pasajes aéreos y presentarse en el Summer Festival 2016. Foto: Cortesía AfroMestizo Candente

Es uno de los pocos integrantes mestizos del grupo; toca el cununo, los bombos, la marimba y el guasá; ha bailado tanto La Caderona como el Mapalé; tiene la tez blanca y el cabello ensortijado es herencia de su padre (de origen afrocolombiano); Byron Malo es parte del grupo AfroMestizo Candente, que reúne a 30 pobladores de la populosa Isla Trinitaria, en Guayaquil.

“La idea del grupo es borrar los límites entre las etnias, superar el racismo. Que todos seamos una sola comunidad”, dice Malo, guayaquileño de 24 años, que baila danzas afroecuatorianas desde los siete.

“La marimba me apasiona, ya no imagino la vida sin tocar los cueros, la percusión me llama”, dice sonriendo. Polleras coloridas al aire, sombreros y pañolones agitados en lo alto, entrelazamientos y fuertes contorsiones o movimientos desde el suelo hicieron parte de la noche marimbera, organizada por la agrupación el martes, en el local Barricaña.

Es la estética que AfroMestizo Candente llevará al Summer Festival 2016, de Budapest, en agosto. La agrupación reúne fondos para cubrir los pasajes aéreos y representar a Ecuador en Hungría.

La organización cubre gastos de estadía, alimentación y movilización interna. Mientras que el conjunto de música y danza folclórica realiza actividades y busca al auspicio de la empresa privada para los boletos.

“Son 25 países invitados. Y representar al Ecuador es una bonita responsabilidad, una experiencia grandiosa y fortalece lo que hacemos como Centro Popular de Cultura y como Fundación Señora Cleotilde Guerrero, al alejar a la juventud de los vicios”, indicó Jimmy Simisterra, director de la compañía.

La colonia esmeraldeña en la Isla Trinitaria, donde residen cerca de 100 000 habitantes -en su mayoría afroecuatorianos-, ha encontrado un reducto donde conservar su herencia ancestral.

El Centro Popular de Cultura ha llegado a reu­nir hasta 120 bailarines. Ahí se enfrentan problemas de microtráfico y adicciones.

“Vemos que hay desarraigo, los adolescentes sufren una desconexión de su identidad y de su cultura, de la herencia de nuestros ancestros que, de algún modo, fue un instrumento de liberación”, dice Simisterra. “La idea fue comenzar a unirnos, a conectarnos con nuestras raíces, esto -en algunos casos- ha resultado sanador”.

Las coreografías cuentan con introducciones teatralizadas o narración oral, con leyendas del mundo afro. En el espectáculo, a beneficio de la participación internacional, intervino el grupo de percusión y baile Afrulele, de la bailarina argentina Nadia Piechestein, exponente de la danza afrobrasileña.

Este tipo de colaboraciones muestra la apertura del conjunto, que ha participado en fusiones con ­jazz, saxofón o salsa choke.
Douglas Simisterra, de 22 años, es el intérprete principal de la marimba.

Él aprendió lo básico de su padre, el director de AfroMestizo Candente, y profundizó en el instrumento de forma autodidacta y ahora comparte el conocimiento con sus compañeros de grupo.

“La marimba es la base, es la que da la esencia a toda la música. La percusión de los bombos y los cununos necesita del toque de alegría que imprime el instrumento. Es tan importante, que da también el nombre a la música y al baile”, indicó el joven.

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