Tres vasos en la mesa anunciaban lo que se vendría. La sala de catas y talleres de la feria Latitud Cero recibirá hasta el domingo a 13 talleres de cata de productos como café, chocolates, aguas, entre otros, que serán dirigidos por expertos de la Sociedad de Catadores Profesionales del Ecuador (SCPE).
Este era el turno de una cata de cervezas y quesos. Pablo Conselmo, representante de la SCPE, cortaba quesos mientras las personas entraban a la sala, con capacidad para 30 asistentes.
Para maridar cervezas con quesos hay que combinar cervezas ligeras y quesos frescos y cervezas más complejas con quesos maduros, es decir, se usa el mismo criterio que para maridar vinos. El objetivo es crear un equilibrio en la boca, en el que el queso llame a la cerveza y viceversa.
La primera cerveza que fue servida fue una amber tipo A, a diferencia de las cervezas comerciales que son más ligeras y fáciles de beber, esta es una bebida que se destaca por un conjunto de características organolépticas que le dan complejidad. En vista, la coloración oscura ambarina, de donde deriva su nombre, es el primer diferenciador.
Los aromas a panela y a caramelo tostado llaman a maridar con un queso de montaña, con gran contenido graso.
La siguiente fue la cerveza roja ‘ale’ tipo inglés, la que tiene aromas frutales y a chocolate. La caida en la boca es suave, pero al final se siente un sutil amargor, proporcionado por los lúpulos. Para esta cerveza se ha elegido el queso tipo gruyere, con notas cremosas y picantes.
La cerveza barley wine -vino de cebada- fue la tercera que se degustó. Esta tiene 9,4 grados de alcohol y crianza en barriles de roble. En el olfato se perciben notas propias de la cerveza y también aromas de vainilla y crema de coco proporcionados por el roble. Esta bebida se maridó con un queso azul, un producto con aromas y sabores potentes, gracias al moho interno.
Finalmente se degustó una cerveza negra. En vista, luce como un expreso con espuma. Los aromas de café tostado y chocolate destacan. La grasa del queso azul atenúa el amargor de la cerveza, creando un diálogo entre estos alimentos.
Consejos del experto
Para el servicio hay que tomar en cuenta que no hay que quitar la espuma, pues ahí se encuentran los aromas del lúpulo y otros componentes, uno o dos dedos de espuma permitirán transmitir estas características a la superficie. Mientras más alto es el nivel alcohólico de la cerveza, la espuma será menor y menos persistente.
Está sala también hospedará talleres de consumo responsable -el viernes a las 11:00- y de Slow Food -a las 16:00-. El sábado habrán talleres de huertos familiares -a las 14:00- y agroecología -a las 15:00-. El domingo finalizará con un taller sobre el chaguarmishqui -desde las 15:00- y con un segundo taller de huertos familiares