Mariana Andrade dejará la Secretaría de Cultura el 16 de enero

Mariana Andrade, secretaria de Cultura del Municipio de Quito, presentó su renuncia irrevocable al cargo. Foto: Diego Pallero/El Comercio

Mariana Andrade, secretaria de Cultura del Municipio de Quito, presentó su renuncia irrevocable al cargo. Foto: Diego Pallero/El Comercio

Mariana Andrade, secretaria de Cultura del Municipio de Quito, presentó su renuncia irrevocable al cargo. Foto: Diego Pallero/El Comercio

El alcalde de Quito aceptó ayer, jueves 8 de enero, la renuncia irrevocable de la Secretaria de Cultura del Municipio de Quito, Mariana Andrade, según confirmó en una entrevista telefónica la funcionaria que tiene previsto continuar en en su cargo hasta el 16 de enero.

Luego de las renuncias protocolarias que los secretarios del Municipio suelen presentar cada fin de año, y que el Alcalde solicitó en diciembre, Andrade presentó la suya, con carácter de irrevocable, el día 24 del mes pasado.

La Secretaria de Cultura saliente se va con su equipo más cercano: el artista Miguel Alvear, director de Creatividad, Memoria y Patrimonio; la artista Ana Fernández, directora del Centro Cultural Metropolitano; y la académica e investigadora Mayra Estévez, Directora de Cultura y Espacio Público.

Por ahora, esos son los únicos cambios dentro de la Secretaría que se conocen. Por su parte, la directora de la Fundación Teatros de la Ciudad, Chía Patiño, confirmó que continuará al frente de esa institución, como lo viene haciendo desde hace alrededor de cinco años. Leonardo Hidalgo, quien dirige el Centro Cultural Benjamín Carrión, no presentó su renuncia y por lo tanto sigue al frente de la institución que le fue encomendada a inicios de la administración de Mauricio Rodas. La directora de la Fundación Museos de la Ciudad, María Fernanda Cartagena, también dijo que continuará colaborando con la Alcaldía.

Alvear atribuye la salida del equipo de Andrade a una diferencia fundamental en las visiones de cultura que tiene la cabeza de la Alcaldía y quienes conformaron la Secretaría de Cultura los últimos siete meses. “Estamos saliendo porque nuestro programa no es viable –dice Alvear en entrevista telefónica–; no tenemos el respaldo político desde la alcaldía para llevarlo a cabo. En pocas palabras y de manera simple: la nuestra es una visión de cultura que tiene que ver con desarrollo; y la otra, la dominante, es una visión de cultura que tiene que ver con espectáculos y con acontecimientos”.

A esta afirmación de Alvear, y a la pregunta de por qué el Alcalde decidió aceptar la renuncia de Andrade y su equipo, Santiago Zeas, vocero del alcalde Mauricio Rodas, contestó vía correo electrónico: “Hace cinco semanas el alcalde Rodas solicitó la renuncia a todos los miembros de su equipo de trabajo, en el marco de una evaluación por resultados de los seis primeros meses de gestión. En el caso particular de la Secretaría de Cultura, se avanza en un proceso ordenado de transición. En los próximos días la Alcaldía informará los resultados del proceso de oxigenación del equipo, que tiene por objetivo consolidar el rumbo de la administración municipal, cuyo principal objetivo es resolver los problemas de los quiteños”.

Andrade aclara que la terminación de su colaboración con la Alcaldía se dio en términos cordiales y no fue otra cosa que la aceptación de que la Secretaría tenía una visión de cultura distinta a la que tiene la cabeza del Municipio. Y asegura que tanto ella, como el equipo que la ayudó a reestructurar la Secretaría, que "estaba reducida a su mínima expresión” cuando la recibió, continuarán trabajando para que una nueva visión de gestión cultural y de cultura se instaure en la ciudad.

Alvear menciona un punto concreto en este sentido: “Lo más importante es seguir con esta idea de que tiene que haber una institución cultural en Quito, que salvaguarde lo público y que sea eficiente. Lo que está pasando ahorita es que tenemos una Secretaría de Cultura al servicio de dos fundaciones, y como se trata del ámbito público tiene que ser al revés. Nosotros como gestores y como artistas queremos que lo público funcione”.

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