Con gran acogida contó la sexta edición de la Marcha de las Putas Ecuador. Decenas de mujeres, hombres y personas LGBTI se reunieron en el arco de El Ejido, norte de Quito, para iniciar con el recorrido.
La Marcha empezó a las 17:00, una hora después de iniciada la concentración. Partieron del arco de El Ejido hacia la calle Juan León Mera portando carteles en los plasmaron frases como: “Y si la víctima fuera alguien muy querido. ¿La culparías?”, “En mi cuerpo yo decido, tú te callas”, “Los LGBTI también vivimos acoso”, “En mi identidad yo soy autoridad”.
La Marcha de las Putas se convocó la tarde de este sábado 18 de marzo del 2017. El grupo de manifestantes exigen derechos por la mujer e igualdad de género. Además se convocaron grupos feministas y LGBT. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Durante el recorrido también entonaron temas con letras en defensa de las mujeres y de esos grupos minoritarios que día a día son víctimas de violencia: “alerta, alerta, alerta que camina la Marcha de las Putas por América Latina”, “arrechas, unidas, jamás serán vencidas”, “si Correa fuera mujer, el aborto sería ley”.
Ana Almeida, organizadora de la Marcha de las Putas Ecuador, contó que el recorrido se cumple año tras año para reivindicar los derechos de las mujeres y para resignificar la palabra puta “que por muchos años hombres y mujeres la han utilizado para agredirnos”.
Sobre ese tema, Diana, de 28 años, dijo que “si ser libre es ser puta, soy reputa”. Añadió que “está marcha está dirigida también a esas mujeres que juzgan al resto. Las putas son otras, nunca ellas”.
En la marcha participaron personas de diferentes edades y de diferentes países: España, Argentina, Cuba, Venezuela.
Carla Delgado es una española que vive en Atacames y ayer llegó a Quito para levantar su voz y protestar por el acoso que soportan miles de mujeres cuando hacen uso del servicio de transporte público, cuando se toman las calles, en el trabajo.
Como forma de protesta decenas de mujeres cumplieron con el recorrido luciendo un top y minifalda, y en tacones. También hubo tambores y pasitos de baile, necesarios para aplacar el frío.
La Marcha se concentró se la Plaza Foch, donde se cumplió el Festival Emputado. Allí, Tommy, un transexual, dijo que este tipo de marchas deben continuar para crear consciencia y frenar la ola de violencia que asecha a mujeres y grupos minoritarios en todo el mundo.