Manabí muestra su herencia

En el museo de sitio de Jaboncillo se realizan excavaciones para retirar vasijas y restos de utensilios. Hay recreaciones de viviendas manteñas

En el museo de sitio de Jaboncillo se realizan excavaciones para retirar vasijas y restos de utensilios. Hay recreaciones de viviendas manteñas

En el museo de sitio de Jaboncillo se realizan excavaciones para retirar vasijas y restos de utensilios. Hay recreaciones de viviendas manteñas. Foto: Archivo/El comercio

El Circuito Arqueológico de Manabí mezcla el paisaje costero de las playas ecuatorianas, con la vegetación del bosque seco y tropical de los cerros. Desde el sur hasta el norte de la provincia hay ocho museos y yacimientos arqueológicos.

Desde Jama, en el norte, hasta Salango en el extremo sur manabita, hay una distancia de 255 kilómetros de carretera, con paradas señalizadas en las que los viajeros pueden tomarse un descanso del trayecto para conocer detalles de las culturas prehispánicas.

En el centro del recorrido está el museo de Pacocha, escondido entre el bosque protector del mismo nombre, en el sur de Manta. Según cuenta el presidente de la comuna, Diómedes Reyes, todos los artículos dentro del lugar fueron donados por los pobladores.

La particularidad de este museo es su área etnográfica, que destaca las costumbres montuvias y cholas manabitas. Se exponen sillas de montar, petates, hamacas, mates…

La guía Fátima Reyes cuenta que mensualmente reciben cerca de 600 visitantes. El ingreso es gratuito y la Universidad Eloy Alfaro de Manta administra el museo y se encarga de difundir la información.

También tiene un área de exposición de vasijas y esculturas de piedra, que son más comunes en los otros siete museos del recorrido. La cultura Manteña es la de mayor relevancia, aunque también se exponen artículos de la Jama-Coaque, Machalilla.

Ingresando por la Ruta Spondilus, desde Santa Elena, el primer museo es el de la comuna Salango, en el cantón Puerto López, construido en 1987. El recorrido por el museo está organizado en torno a tres ejes temáticos principales: por señoríos, por sitios arqueológicos, y por períodos cronológicos y culturales. Cuentan con una colección de 245 piezas de cerámica.

A 17 kilómetros, en el corazón del Parque Nacional Machalilla, está el complejo arqueológico Agua Blanca, donde los comuneros son los guías. Ellos construyeron el museo con técnicas ancestrales, como el enquinchado, una mezcla de mezcla de estiércol con tierra, desechos de paja toquilla y aserrín; el techo es de hojas de palma.

Hacia el centro de la provincia están los asentamientos arqueológicos de Julcuy y el complejo de Jaboncillo, este último en Portoviejo. En el primero se pueden realizar expediciones de senderismo.

Jaboncillo, en la parroquia Picoazá, cuenta en la parte alta del cerro con el museo de sitio, que conserva las terrazas agrícolas. En la parte baja está el arqueomuseo, con su colección Sillas de Poder.

Hacia el norte hay mayor presencia de la cultura Jama-Coaque, como se evidencia en la localidad de Tabuga, a 20 minutos de Jama, en la vía a Pedernales. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural preserva zona. En marzo pasado, esa entidad firmó un convenio con el Gobierno Provincial, para consolidar la infraestructura cultural y repotenciar todas las zonas arqueológicas.

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