Los tonos claros de los revestimientos dan la ilusión de ampliar el espacio. Se pueden combinar cerámicas, piedras, viniles… Foto: Cortesía Amha Design
El baño para visitas, más conocido como baño social, es uno de los espacios caseros que no siempre es tratado con la importancia que se merece. Y eso influye negativamente en la primera buena impresión que siempre se debe dar a un hogar.
Por esa razón, como suele ser la estancia más pequeña de la vivienda, es fundamental que esté bien decorado y equipado, explica Ana María Hanze, principal del estudio Amha Design de Guayaquil.
Para lograr ese primer flash decorativo, explica Hanze, es recomendable que las piezas sanitarias y el lavamanos sean piezas novedosas, con alguna característica propia que le dé personalidad y distinción.
Ahora existe un amplio menú de diseños que permite personalizar estos accesorios, sugiere el Arq. Jorge Bailón.
Un accesorio que es vital en un baño para visitas es el espejo. En una espacio tan reducido, un espejo amplía la perspectiva y hace ver al ambiente más grande y luminoso.
La iluminación es otro eje esencial en la decoración de un baño social, asevera Hanze.
La más idónea debe tener una combinación de luz ambiental con luminarias directas. La ambiental puede ser de tumbado, de pared o salir detrás del espejo. La iluminación directa se logra mediante el uso de luces dicroicas, que iluminan partes puntuales de la habitación que se quieren remarcar y resaltar, explica Bailón.
El equipamiento, dada la estrechez del sitio, debe ser sobria, funcional y tener lo estrictamente indispensable: una alacena -para guardar cremas dentales y cepillos- y una cajonera para los demás accesorios, como perfumes, cremas y mentas, son suficientes.
Los revestimientos aportan personalidad. Las piedras decorativas, el papel tapiz o los vinilos decorativos son ideales, afirma Hanze. Eso sí, son mejores los tonos claros o sobrios.