'Los juegos del hambre' llegan a su fin

Jennifer Lawrence deja la saga convertida en un referente femenino en el cine de acción. Foto: MovieWeb.com

Jennifer Lawrence deja la saga convertida en un referente femenino en el cine de acción. Foto: MovieWeb.com

Jennifer Lawrence deja la saga convertida en un referente femenino en el cine de acción. Foto: MovieWeb.com

Katniss Everdeen ha dejado atrás a aquella joven que se ofreció como voluntaria en reemplazo de su pequeña hermana, para ser parte de un espeluznante ‘juego’ televisado que obligaba a un grupo de jóvenes de distintas localidades a pelear a muerte hasta obtener un ganador.

La trilogía literaria de la novelista estadounidense Suzanne Collins que se trasladó al cine en una saga de acción juvenil que empezó en el 2012 cierra su ciclo con el estreno de ‘Los juegos del hambre: Sinsajo 2’, la segunda parte del capítulo final.

Katniss ha evolucionado física y emocionalmente a golpe de dolor, muerte, amor y dilemas morales. Ahora aparece embestida como símbolo de resistencia y transgresión al poder en un mundo distópico, que además de los fantásticos aportes de una pluma creativa también filtra ciertos rasgos de un individuo y una sociedad contemporánea en constante conflicto.

Despojada de sus temores, la protagonista se asume en papel de líder y heroína en una interpretación en la que Jennifer Lawrence se despide de la franquicia como un referente femenino del cine de acción.

Dispuesta a alcanzar la gloria a costa de su propia vida, Katniss pasa a la acción frente a una nación que se desliza hacia una guerra apocalíptica. La protagonista se fortalece con el apoyo de Gale (Liam Hemsworth), Finnick (Sam Claflin), un impredecible Peeta (Josh Hutcherson) y el llamado Escuadrón 451, quien se convierten en la punta de lanza en una ofensiva final contra el Capitolio.

Para los directores Gary Ross y Francis Lawrence y el equipo de guionistas el reto se centró en apropiarse de una saga que ha recibido críticas sobre la violencia de su contenido y adaptarla a la pantalla grande sin perder la intensidad de su trama pero que tampoco se vea afectada por una restricción al público joven, que se constituye en la principal audiencia de la obra literaria y cinematográfica.

Por eso la saga ha desarrollado inteligentemente una trama que gira alrededor de la dimensión emocional de la violencia más allá de un explícito despliegue en pantalla.

En este tramo final, el largometraje vuelve a retomar el ritmo de tensión y adrenalina con el que sedujo en sus dos primeras entregas. Y aunque Lawrence no deja de ser en ningún momento la figura central, también se abre espacio para conmemorar la última actuación del fallecido Philip Seymour Hoffman y para que figuras como Gale, Peeta, Snow o Alma Coin brillen con luz propia.

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