El incendio del vertedero de Seseña, en España, calcinó más de cinco millones de llantas. La columna de humo alcanzó 1 600 metros de altura.
El 13 de mayo, un incendio intencionado arrasó al mayor cementerio de neumáticos de Europa, ubicado entre los pueblos de Seseña y Valdemoro, en Toledo (España).Las llamas quemaron el 70% de las 11 hectáreas que ocupaba el recito.Según la agencia de comunicación RTVE, más de 6 000 personas fueron desalojadas de sus hogares, debido a la gran nube tóxica de humo con sustancias cancerígenas, tales como el benceno y los benzoapirenos. Recién, después de 20 días del evento, los medios informaron que el incendio se había extinguido el 3 de junio.
El vertedero de Seseña era un centro de reciclaje de neumáticos. A lo largo del tiempo se desechaban más neumáticos de los que se reciclaban. En el 2009, lo cerraron por incumplir normas medioambientales. Pero de forma clandestina, las personas seguían depositando ahí llantas viejas, hasta acumular 100 000 toneladas.
Según el Ministerio del Ambiente de Ecuador (MAE), los neumáticos son considerados desechos especiales, pues su combustión emite gases peligrosos (como los hidrocarburos aromáticos policíclicos) y promueven la propagación de epidemias transmitidas por mosquitos y otros vectores.
¿Qué pasa con los neumáticos en Ecuador, donde transitan más de 1 700 000 vehículos (según la Agencia Nacional de Tránsito, 2014)? De acuerdo con Fernando Prado, gerente de la planta de reciclaje Rubberaction, al año se importan y se producen alrededor de
3 000 000 de llantas. Entre el 2014 y el 2015, el MAE informó que se recuperaron 1 500 000 ruedas (esta cantidad incluye los neumáticos de los botaderos y los que han sido reciclados y reencauchados).
Tommy Wohlgemuth, gerente de la planta de reciclaje Proneumacosa, asegura que anualmente se desechan
unos 2 400 000 ruedas.
Con el objetivo de paliar el problema ambiental que lleva a depositar miles de neumáticos al aire libre, en el 2015 entró en vigencia el Acuerdo Ministerial 098 (que reemplazó el 020, del 2013), implementado por el MAE, que establece que los importadores y productores de neumáticos deben recuperar el 30% de su oferta.
Prado explica que cada distribuidora dispone de tecnicentros (donde los usuarios dejan sus llantas al reemplazarlas por nuevas).
El Programa Nacional para la Gestión Integral de Desechos Sólidos (Pnids) o los importadores/productores coordinan los retiros de los neumáticos fuera de uso (NFU) entre los GAD y las empresas privadas.
Estas instituciones recogen los neumáticos de los tecnicentros, escombreras, vulcanizadoras, compañías y, en algunos casos, de personas naturales. Así lo explica Pablo Macías, gerente comercial de Proyección Futura, una empresa que se dedica a la movilización de este material. A su vez -agrega- estas firmas tienen convenios con plantas recicladoras y gestores ambientales.
De acuerdo al MAE, en el 2015 el país contaba con 770 puntos de recuperación de NFU, implementados por las empresas importadoras y por Continental Tires (el único productor).
Además, existen 16 reencauchadoras, siete recicladoras artesanales y ocho plantas de reciclaje. De estas últimas, la más grande, Proneumacosa, tiene una capacidad para tratar 2 600 000 unidades.
Pero, ¿qué pasa con la cantidad de neumáticos que no se reciclan (cerca de 900 000, entre el 2014 y el 2015)? Muchos se pierden en el camino, terminan en quebradas, patios o botaderos. “La generación de neumáticos es frecuente, por lo que a pesar de hacer retiros anuales, con el paso del tiempo los NFU siguen acumulándose”, dice el MAE.
Otro problema, según Wohlgemuth, es la falta de demanda en el mercado. “Existe más neumáticos en desuso que demanda de llantas pulverizadas”, dice.
En países europeos, para solucionar la acumulación de llantas en plantas recicladoras se estableció la normativa de construir vías con asfalto mezclado con polvo de neumáticos. Esto aporta mayor durabilidad y resistencia a las carreteras.
El MAE dice que actualmente se ejecutan pruebas piloto, que permitirán la creación del diseño ideal de mezcla asfáltica modificada. Sin embargo, las que estuvieron previstas, en el Guayas, aún no se ejecutan, debido a las malas condiciones climáticas.